Alma mía, antes de tomar la decisión reza para que permitas a Dios que guíe mis decisiones… en este preciso momento… Alma mía eres el templo del Señor en mi vida, el espíritu que anima mi existencia, mi vida. El espíritu que escucha al Espíritu Santo. Habla alma mía con el Señor para que sea su presencia quien dé claridad en el camino, la verdad y la vida
Nuestro Señor Jesucristo nos prometió nunca dejarnos sólo, pero por temor o por ruido en mi cabeza, mis sentimientos, mi cuerpo y mi entorno he abandonado el dialogo con el Señor. Pregúntale a la memoria sobre los sentimientos que experimente el día de ayer: mis alegrías, mis penas, mis temores y mis esperas… ¿Puedo ver en cuáles estaba presente Dios? La realdad es que abandono fácilmente a nuestro Señor, Padre misericordioso, de Espíritu Santo y que conoce la humanidad en la Encamación en vida terrena, en cuerpo y Sangre. Abandono la providencia que me das desde en lo profundo y lo alto de mi existencia.
¿Cuántos errores podría haberme ahorrado si me abriera a su guía? Recuerda esos sentimientos donde te has comportado como huérfana del Padre Nuestro.. Habla con el Señor alma mía, escucha tu examen de conciencia y compártelo en oración al Señor, prepárate para la dulce reconciliación de la penitencia. Mantente alerta a tu debilidad y egoísmo y entrégaselo al Señor. Será el espejo más maravilloso para verte cómo eres, razonas, siéntense y actúas realmente.
Nuestro Señor todo lo sabe, hasta el último instante de nuestra vida, ofrecerle nuestro egoísmo y debilidad es, A ser el creador, encarnarse y seguir alimentándonos con el pan de cada día la primera solución para corregir nuestros errores, pues habrá que aceptarlos y concretar la fuente y el efecto. Sea la discusión con el hermano, el enemigo o el villano… Comienza haciéndole un espacio y tiempo, para luego decirle Padre Nuestro, sintiéndonos hijos amados, expresión de su amor. Semillas de caridad que ha sembrado en esta tierra. Luego saluda a nuestra Santa Madre, diciéndole: “Dios te saluda maría! te acompañe en este encuentro y poco a poco veras que Dios si habla y se expresa, tal vez no estés de acuerdo, pero será lo mejor.
La Palabra de Dios
Mateo 5:43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo». Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludas sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»