Quiero seguir las enseñanzas de mi Maestro pero que difícil me resulta cuando me viene la prueba.
Mi esposa recién operada. Por recomendación médica reposo absoluto .
Yo pensé «puedo hacer las labores domésticas y continuar con mis labores en la oficina».
Oh! sorpresa se me juntan los platos y sartenes. Además de continuar en mis citas y actividades de ventas, empiezo por desesperarme y perder la calma. Yo me sentía «capaz». ¿dónde fue que ahora me parece todo tan difícil? Hasta escribir esto me está costando trabajo.
BUSCO donde asirme, donde encontrar la PAZ suficiente y me pongo a Orar. Aunque me cuesta y yo no esté tan inspirado ¡Lo hago!.
Poco a poco percibo que me llega algo… mi MAESTRO Jesús me dice la verdad. Sí, la vida diaria me aparece, pero ahora con un sabor DIFERENTE. Puedo hasta gozar de este momento de la escritura y las labores domésticas pues se las entrego a mi Maestro, como si fuera a quién se las estuviera haciendo. Ya no me son tan pesadas. Hasta creo que las estoy gozando .
Padre Comprensivo te AGRADEZCO esta oportunidad. Sé que con tu precioso Auxilio, saldré adelante y esta situación ha de servirme para algo que TÙ consideras que debo aprender.
Guillermo Carvajal V.