Gracias Papá

Padre Nuestro, gracias por el universo que creaste con tu Espíritu de Amor, es sorprendente que en un polvillo, en la inmensidad de tu expresión, compartas tu Amor en nuestra humanidad; extiendas la consciencia de tu presencia en nosotros. Gracias Papá Dios, porque nos compartes la alegría de ser padres e hijos, de sorprendernos por la gestación de un bebé, por despertar nuestro amor ante la presencia de un hijo.

Gracias Papá Dios, porque comparte tu herencia de Amor en tu Hijo y tu hijo nos muestra el camino hacia la plenitud del origen en ti, Padre. Nos muestra el rostro de tu misericordia. Los hijos somos tu herencia de Padre y somos los herederos de tu Amor y perdón de Padre. Con tu Hijo nos reconoces como hijos. Tu esperanza en que regresemos a tus brazos y gocemos de tu casa. En ti la distancia nos une, Tu Amor nos hace uno en el reino y somos reyes. Tu Amor nos habla y somos profetas para proclamar tu herencia. Compartes las bendiciones de tu Amor para que seamos sacerdotes y bendigamos al mundo, la ofensa y la adversidad en tu nombre.

Gracias Padre que expresas tu providencia y a pesar de que te ignoramos no permites que falte casa, vestido ni sustento. Nos has entregado la tierra para que la bendigamos compartiendo tus dones y los frutos de tu Espíritu Santo: Amor, gozo, paz, amabilidad, paciencia, bondad, fidelidad, autocontrol… Perdón por no cosecharlos, por pensar con egoísmo y despreciar tu abundancia. Por perdonar con nuestro perdón mundano y temporal y no entregar tu perdón pleno y lleno de misericordia. Por separarnos como humanidad, por matarnos entre hermanos buscando distinguirnos como los hijos predilectos y poseedores de la verdad.

  • ¿Quién como Dios?
  • ¿Quién podrá poseerte Padre? Si en todos eres y somos en ti.
  • ¿Dónde estábamos cuando separó las estrellas y los mares?
  • ¿Cómo recibimos a su Hijo encarnado en nuestra carne en el vientre de la Santísima Virgen?

¿Cómo juzgamos a tu Hijo nacido del Espíritu de tu Amor? Es tu verdad encarnada , camino y vida hacia tu plenitud, está presente en nuestra alma y espera que le abramos la puerta de la consciencia. Cristo es la expresión de tu Divina Providencia, la puerta de tu Reino, es tu voluntad de reconciliación en el cielo y en la Tierra, el pan de cada día, es la misericordia del Perdón que nos das para perdonar a quienes nos ofenden o tienen deuda con nosotros. Es la fuerza para sostenernos ante la tentación y levantarnos de la adversidad y librarnos de negar el Amor que proclama el adversario alentando la separación de la consciencia de tu presencia anteponiendo egoísmo de temores y resentimientos..

Padre Nuestro, de todos, eterno Papá amoroso, Gracias y perdón.

Quiero que los Diez minutos que anteceden a mi despertar nos encontremos en oración para decirte «Buenos días Padre Nuestro», con tu Hijo, por el Espíritu Santo encarnado en la Santísima Virgen que ruega por nosotros. Así sea,

Gracias Papá Dios. Amen.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: ‘Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes’.»

Evangelio según San Juan 16,12-15.

No te desanimes, eres un Amor.

Alma mía, en tu duelo, tu carencia, tu desesperanza, al caminar desanimada. ¿a donde mira tu corazón? ¿hacia el cielo o la tierra? Si levantas la cabeza verás cuan grande es la misericordia del Señor y frente a ti verás su presencia, el camino, la verdad y la vida. Pero si tus ojos se clavan en la tierra dejaras de contemplarte en los milagros que el Señor hace en todo lugar del universo y tú eres un Amor del universo. Sigue leyendo «No te desanimes, eres un Amor.»

¿Quién te crees que eres?

Alma mía, deja de estarte juzgando y perdona tus juicios injustos. Tantas etiquetas cargas sobre ¿quien eres? Que has perdido la identidad contigo mismo. La identidad que Dios te ha dado desde que te encarnó en la tierra. Eres una expresión de su Amor, esto significa que eres un milagro viviente, una semilla de amor sembrada en esta tierra para dar frutos de amor. Sigue leyendo «¿Quién te crees que eres?»

Hij@, eres el Amor de Dios, su bendición, haz familia.

Oye Hij@. Parece que hacer familia es sólo tarea de los padres, pero ¿cómo hacer familia cuando uno de ellos falta?, ¿cuando los papás están en crisis? En los problemas matrimoniales parece que los hijos no cuentan en las decisiones y son los más afectados. Si eres hij@ programad@ o no, de comportamiento correcto o rebelde siempre serás de la familia. Formas el cuerpo de tu familia. Hij@ eres una bendición de Dios en tu familia. Sigue leyendo «Hij@, eres el Amor de Dios, su bendición, haz familia.»

¿Que si te quiere? ¡Siempre! Eres su Amor

Alma mía el Señor está contigo pero has olvidado estar con el Señor. Has buscado respuestas en hombres que miran las estrellas. Has seguido a hombres que, cegados por su soberbia, quieren ser guía del pueblo extraviado. Acaso no te han dicho que: “si lo deseas con fuerza te será concedido”, olvidando anticipar que “primero Dios, lo que deseas te será concedido”.

Has conocido personas que dicen conocer los secretos ocultos para la felicidad, olvidando que el Señor nunca se oculta y el gozo es uno de tantos frutos y regalos de su Espíritu.

Alma mía, somos uno en el Señor y e l Señor está con nosotros, su Espíritu Santo es el Espíritu de nuestro espíritu. El Señor no se abandona a si mismo pues somos su cuerpo místico extendiendo su Misión de Amor, de encarnar su amor en esta tierra. Somos enviados y olvidamos a quien nos encarna, nos sostiene, guía, consuela y nos espera al final de la jornada.

Jesús mismo nos lo dice en el Evangelio según San Mateo (10,16-23).

Jesús dijo a sus apóstoles:

«Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.

Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.

A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.

Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento,

porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.

El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.

Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.

Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.»

Alma mía el Jesús nos habla del Espíritu de nuestro espíritu, el mismo que relata Afraates (¿-c. 345), monje, obispo cerca de Mossul en su Disertaciones, nº 21

Y nos enseñó también: “Cuando os harán comparecer ante los jefes, los magistrados y los reyes del mundo, no os preocupéis por lo que diréis, o como debéis responder: soy yo quien os dará un lenguaje y una sabiduría tal que vuestros adversarios no os podrán vencer, porque no soy vosotros quienes hablaréis, sino que el Espíritu de vuestro Padre será quien hablará por vosotros”.

Es este Espíritu el que, por boca de Jacob ha hablado a Esaú, su perseguidor; es el Espíritu de sabiduría que ha hablado al Faraón por boca de José perseguido; es el Espíritu quien, por boca de Moisés, ha hablado en todos los milagros que éste hizo en el país de Egipto…; es este el Espíritu el que cantaba por boca de David perseguido para apaciguar a Saúl, su perseguidor, del mal espíritu ; es de este Espíritu que había sido revestido a Elías, con el que dio una reprimenda a Jezabel y a Acab su perseguidor…; es este Espíritu el que ha reconfortado a Jeremías y le hizo mantenerse audazmente firme, para corregir a Sedecías; es el Espíritu que ha guardado a Daniel y a sus hermanos en el país de Babilonia; este mismo Espíritu es el que ha salvaguardado a Mardoqueo y a Ester en el país donde vivían cautivos.

2015-06-11 19.38.07

Acepta el Espíritu del Señor alma mía, la mayor seguridad que puedes tener es que el Espíritu del Señor siempre está presente, está contigo, nada te ocupe más importante que seguir su inteligencia como en los mártires, confesores y perseguidos: Abel, Jacob, José, Moisés, Josué, Jefté, Sansón, Gedeón y Barac, David, Samuel, Ezequías, Elías, Eliseo, Miqueas, Jeremías, Daniel, Ananías y sus hermanos, Judas Macabeo y sus hermanos… .

Dios te bendice ¿Que te puede faltar?

Descubre la Bendición del Señor: es el Amor y el Espíritu de tu espíritu

Deja que su bendición, en ti, se exprese y, desde ti, ilumine y anime la vida que te rodea.

Bendice el reino que te comparte el Señor para que seas instrumento de su paz.

Bendice a tu enemigo para que descubras la misericordia del Señor, pues tu eres enemigo que bendice a su enemigo. Que lo transforma en enemigo bendito Sigue leyendo «Dios te bendice ¿Que te puede faltar?»