Orando con la Santísima Virgen María de la Medalla Milagrosa

Ofrecimiento

Quiero hablar contigo Madre mía y entregarte flores de Amor, flores en nombre de Jesucristo tu hijo, para que se unan a tus ruegos por nosotros Santísima Madre mía del cielo: Hija de Dios Padre, Esposa de Dios Espíritu Santo, Madre de Dios Hijo.

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Madre Mía en mi correr me preguntas:

¿Cómo te encuentras esta mañana? ¿Te sientes bien?»

Me detengo a confiarte mis debilidades, mis penas y mis errores que me atormentan

(PAUSA, MEDITA… busca en tu corazón aquello que estorba al gozo del amor, la paz y el perdón)

Madre Mía tu me dices:

«Pon esto en tu corazón, mi pequeñ@ hij@: no temas. ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿No te encuentras bajo mi sombra, a mi cobijo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás tú en el pliegue de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Necesitas algo más?»

(PAUSA, DIALOGA EN ORACION… háblale con la confianza de que es tu Madre del Cielo)

Entrega tus flores de Amor

Toma mis flores y bendícelas con tus manos para dar a mis hermanos el Amor de nuestro Señor Jesucristo a mis hermanos en estas flores de Amor:

Separaré parte del dinero de un día, para entregarlo a las necesidades de mi comunidad.
Hoy cerraré 1 minuto los ojos saludándote desde mi espíritu a tu Espíritu Santo
Hoy compartiré de buen modo.
Santísima Virgen María de la Medalla Milagrosa

Oración a la Santísima Virgen María de la Medalla Milagrosa

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena nuestras más apremiantes necesidades … (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria:
Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Oración conclusiva

Te entrego Madre Mía el Ave María de San Juan Pablo II

¡Dios te salve, María!

Te saludamos con el Angel: Llena de gracia.

El Señor está contigo.

Te saludamos con Isabel: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¡Feliz porque has creído a las promesas divinas!

Te saludamos con las palabras del Evangelio:

Feliz porque has escuchado la Palabra de Dios y la has cumplido.

¡Tú eres la llena de gracia!

Te alabamos, Hija predilecta del Padre.

Te bendecimos, Madre del Verbo divino.

Te veneramos, Sagrario del Espíritu Santo.

Te invocamos; Madre y Modelo de toda la Iglesia.

Te contemplamos, imagen realizada de las esperanzas de toda la humanidad.

¡El Señor está contigo!

Tú eres la Virgen de la Anunciación, el Sí de la humanidad entera al misterio de la salvación.

Tú eres la Hija de Sión y el Arca de la nueva Alianza en el misterio de la visitación.

Tú eres la Madre de Jesús, nacido en Belén, la que lo mostraste a los sencillos pastores y a los sabios de Oriente.

Tú eres la Madre que ofrece a su Hijo en el templo, lo acompaña hasta Egipto, lo conduce a Nazaret.

Virgen de los caminos de Jesús, de la vida oculta y del milagro de Caná.

Madre Dolorosa del Calvario y Virgen gozosa de la Resurrección.

Tú eres la Madre de los discípulos de Jesús en la espera y en el gozo de Pentecostés.

Bendita…

porque creíste en la Palabra del Señor,

porque esperaste en sus promesas,

porque fuiste perfecta en el amor.

Bendita por tu caridad premurosa con Isabel,

por tu bondad materna en Belén,

por tu fortaleza en la persecución,

por tu perseverancia en la búsqueda de Jesús en el templo,

por tu vida sencilla en Nazaret,

por tu intercesión en Cana,

por tu presencia maternal junto a la cruz,

por tu fidelidad en la espera de la resurrección,

por tu oración asidua en Pentecostés.

Bendita eres por la gloria de tu Asunción a los cielos,

por tu maternal protección sobre la Iglesia,

por tu constante intercesión por toda la humanidad.

¡Santa María, Madre de Dios!

Queremos consagrarnos a ti.

Porque eres Madre de Dios y Madre nuestra.

Porque tu Hijo Jesús nos confió a ti.

Porque has querido ser Madre de la Iglesia.

Nos consagramos a ti:

Los obispos, que a imitación del Buen Pastor

velan por el pueblo que les ha sido encomendado.

Los sacerdotes, que han sido ungidos por el Espíritu.

Los religiosos y religiosas, que ofrendan su vida

por el Reino de Cristo.

Los seminaristas, que han acogido la llamada del Señor.

Los esposos cristianos en la unidad e indisolubilidad de su amor con sus familias.

Los seglares comprometidos en el apostolado.

Los jóvenes que anhelan una sociedad nueva.

Los niños que merecen un mundo más pacífico y humano.

Los enfermos, los pobres, los encarcelados,

los perseguidos, los huérfanos, los desesperados,

los moribundos.

¡Ruega por nosotros pecadores!

Madre de la Iglesia, bajo tu patrocinio nos acogemos y a tu inspiración nos encomendamos.

Te pedimos por la Iglesia, para que sea fiel en la pureza de la fe, en la firmeza de la esperanza, en el fuego de la caridad, en la disponibilidad apostólica y misionera, en el compromiso por promover la justicia y la paz entre los hijos de esta tierra bendita.

Te suplicamos que toda la Iglesia se mantenga siempre en perfecta comunión de fe y de amor, unida a la Sede de Pedro con estrechos vínculos de obediencia y de caridad.

Te encomendamos la fecundidad de la nueva evangelización, la fidelidad en el amor de preferencia por los pobres y la formación cristiana de los jóvenes, el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, la generosidad de los que se consagran a la misión, la unidad y la santidad de todas las familias.

¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!

¡Virgen, Madre nuestra! Ruega por nosotros ahora. Concédenos el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos.

Que cese la violencia y la guerrilla.

Que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure una convivencia pacífica.

Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad. Te lo pedimos a ti, a quien invocamos como Reina de la Paz.

¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!

Te encomendamos a todas las víctimas de la injusticia y de la violencia, a todos los que han muerto en las catástrofes naturales, a todos los que en la hora de la muerte acuden a ti como Madre.

Sé para todos nosotros Puerta del cielo, vida, dulzura y esperanza, para que, juntos, podamos contigo glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

¡Amén!

¿Cómo será posible salvar tu matrimonio gracias a Dios?

La Santísima Virgen preguntó en la Anunciación «¿Cómo será posible?» y en el mundo que experimentamos le pedimos a Dios de muchas formas que se reconcilie y salve tu matrimonio. Tal vez, no nos hemos propuesto escuchar la voluntad de Dios preguntándole ¿como será posible?.

Es posible pues el Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado y que infunde las virtudes de Dios mismo en la inteligencia y en la voluntad del hombre para ordenar sus acciones.

Tradicionalmente se cuentan tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad («caritas» Amor). La presencia del Espíritu Santo es descubierta por el ser humano por su espiritualidad, que es una disposición principalmente moral, psíquica o cultural. La pregunta es ¿cómo descubrir la expresión del Amor de Dios con su voluntad, si está bloqueada o secuestrada nuestra espiritualidad (disposición por cuestiones morales, psiquicas o culturales)? Y así como pensar es una acción de la mente y se desarrolla y bloquea otros aspectos del ser humano.

La espiritualidad es una acción del espíritu que gobierna con la guía del Espíritu Santo las acciones con nuestra mente, emociones, memoria, cuerpo, sueños , imaginación y con las personas que están próximas a nosotros. Entonces la espiritualidad, apoyada en el Santo Evangelio, es el camino para modificar la disposición principalmente moral, psíquica o cultural.

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El curso mira a la mente y las emociones desde la psicología para ser modificadas por la espiritualidad. En ese nivel es donde se transforma la relación con el Padre Nuestro, se acepta su voluntad, la Buena Noticia que nos entregó y aceptamos como regidor el Amor que su Espíritu Santo nos comparte. Los milagros son la expresión del Amor de Dios y están presentes en todo.

El propósito con el curso es transformar nuestra percepción y romper nuestro ego para descubrir la fuente del Amor que crea y ordena. En eso radica mi labor de consejero terapeuta. Los milagros son de Dios, mi trabajo y salario está en integrar psicoterapia y espiritualidad, para gloria de Dios.

Te espero en el curso.

¿Que esperanza tiene el Matrimonio?

Me gustaría compartirte mi visión de consejero terapeuta sobre la pareja, como acompañamiento al momento que vives.

Victor me pregunta:

«Mi matrimonio terminó en divorcio mi esposa de repente dijo que se acabó el amor de esto hace 2 años y en diciembre empezó una relación, pero yo sigo con esperanzas de que se restaure esta familia, teníamos planes de casarnos por la iglesia antes de que pasara todo esto, habrá esperanza?

Gracias por tu pregunta ¿Que si tienes esperanza? ¿En quien esperas? ¿en la pareja? ¿en ti? o ¿en Dios? que es Amor.

El enlace del matrimonio es un yugo que los une y es el Amor de Dios. Al Señor sabe que ocurrirá mañana, hay que preguntarle ¿Que quieres que haga para hacer tu voluntad? El es el camino, la verdad y la vida.

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El matrimonio es la pareja con el apoyo del Amor

Antes que nada necesitamos que haya pareja En terapia de pareja primero buscamos definir que ambos sean pareja. Es decir, que en la primera etapa de la relación haya existido el enamoramiento. La presencia del Amor.

El enamoramiento

El enamoramiento es donde se forma el pegamento del Amor (como las esposas de la policía) al estar esposada la pareja se mantendrá unidos toda la vida, a pesar de los desacuerdos, infidelidades, conflictos y la separación.

El enamoramiento es un estado alterado de consciencia, que se produce en la profundidad de las personas, parecen como “borrachos de Amor”. al estar juntos, está todo y no hace falta nada. Es un acoplamiento profundo de la pareja. Se contemplan uno en el otro.

Las parejas no esposadas

Cuando la relación se une de manera superficial, racional, emocional, corporal, tal vez por conveniencia social, la relación no tiene el pegamento del matrimonio, no están esposados los espíritus, pero pueden establecer una relación de amistad y convivencia de pareja.

Sentimientos o Amor

Muchas veces se confunde el sentimiento llamado “amor” con el Amor mismo. Dios es Amor y es eterno y siempre presente.

Por otro, lado los sentimientos son una vivencia compleja que une memoria, temores, culpas, emociones, razones, sensaciones y hasta el que dirán de las las personas. Hay una gran cantidad de sentimientos que se expresan en las relaciones humanas y personales. Algunos sentimientos se contraponen con otros y otros sirven para ocultar el subconsciente como odio o temor, que sirve en algunos casos para ocultar la culpa y para no aceptarla odiamos. Otros facilitan que se exprese el Amor, como la misericordia, perdón, bondad y compasión.

Los conflictos

Los sentimientos están en constante dinámica en la relación humana y al estar la pareja esposada la pareja en el matrimonio es más natural que se afecten uno al otro en forma de conflicto.

Algunos conflictos tienen raíces en eventos de la concepción, infancia o la adolescencia del individuo. Son efectos de la historia personal resentimientos que surgen del inconsciente y que se proyectan en diferentes expresiones y momentos en la relación sin que alguno de la pareja lo haya detondado. Otros se detonan en una vivencia similar y otros son impulsados por el Amor.

Los conflictos profundos

Precisamente el Amor, que en psicoterapia Carl Jung llama “Padre” o “Self”, impulsa desde lo profundo al subconciente para que algunos eventos clave afloren, se confíe y transformen en la relación. En este florecimiento es cuando surgen los conflictos profundos en la relación. Para resolverlos y trascenderlos es importante el pegamento del enamoramiento. En la pareja esposada, el pegamento interno los mantiene unidos, algunas veces se separan, incluso forman relaciones convenientes con otras personas, pero continúan la vida esposados.

Resolver el conflicto apoyado en el Amor

Así pues, en el conflicto, en lugar de quedar como hoja al viento, es mejor poner pie firme en el “Padre” que viene a tu encuentro. Es decir dialogar con el Amor, tener su presencia, su perdón, contemplarse en el Amor y expresar el Amor que es nuestro origen, camino y destino.

Salvar el Matrimonio, gracias a Dios

Somos expresión del Amor de Dios. Dios nunca se a separado de nosotros, conoce hasta lo más intimo de nuestra intimidad y su voluntad es que vivamos el Amor con que nos cría y el perdón que nos entrega para corregir nuestro desvío. Viene a nuestro encuentro, siempre está esperando guiarnos con su Espíritu Santo aún con su misericordia. Siendo el Padre Nuestro espera que lo aceptemos en nuestra vida. Como cuando los esposados aceptan a Dios en su vida, se Sacramentan. Esperan todo en el Amor, y es el Amor Creador, redentor y guía quien les da el carácter Sagrado del Matrimonio, lo reconocen como la piedra angular donde construir. El Señor es el redentor que nos salva, el camino la verdad y la vida que viene del Amor. El Padre que nos impulsa con el Hijo y el Espíritu Santo hacia la plenitud: “donde está todo y no hace falta nada”. Así en lo alto y en lo profundo culminar esposados la vivencia del enamoramiento en la Voluntad de Dios.

Dios les bendice, los espero en el curso de acompañamiento

Salvar mi Matrimonio ¡gracias a Dios!
Esto es como bailar, si te cuesta trabajo de dar el paso de Amar a tu cónyuge o a ti, pon pie firme en el Amor de Dios. ¿Quién como Dios?

El Amor rescata la infidelidad

La infidelidad es un síntoma en alguno de los dos en la pareja. Es una falta de contacto con el espíritu pues uno de los frutos del Espíritu Santo, es la fidelidad.

Mira al infiel

Quien mira al infiel escucha en su conciencia a la mente condenar, la emoción separa, el cuerpo rechaza, las personas claman por la separación. Sin embargo el espíritu tiene una visión diferente y es con misericordia. De hecho el Amor quiere salvarlo quitando la justa condena.

Sigue leyendo «El Amor rescata la infidelidad»

Decide entre Amar para ser libre o desear para esclavizarte

En tu consciencia hay una lucha entre el amor y el deseo. Mientras que el deseo busca lo que no tienes, el Amor expresa lo que eres. Tu eres una expresión del Amor de Dios. ¡Eres un Amor! Amor es lo que en verdad puedes dar, no tienes que desearlo, sólo acepta que tu origen es el Amor, que tu camino es Amar y que tu destino es la plenitud del Amor.

Cuando deseas el amor estás negando tu propia esencia ¿Sabes que tienes el Amor? Y para reconocerlo sólo tienes que compartirlo. Te sugiero que siembres una o varias flores de Amor, como cuando el diente de león deja flotar sus semillas al viento, con paciencia verás como tu Amor va floreciendo a tu alrededor y te abraza. Paciencia es una de los frutos del Amor, al igual que la paz, el gozo, la bondad, la amabilidad, la fidelidad, el auto-control y la templanza. Sabrás que tu amor se expresa cuando experimentas los frutos del Amor.

Por ejemplo, siembra una o varias flores de Amor:

  • Le hablaré a Dios de cada uno de mis familiares y sus necesidades
  • Separaré parte del dinero de un día, para entregarlo a las necesidades de mi comunidad.
  • Desearé buenos días a 20 personas, si puedo hacerlo dándoles la mano mejor.
  • Llevaré a algún enfermo a la misa de sanación del viernes.
  • Hoy haré con puntualidad mi trabajo,
  • Hoy seré amable con los demás.
  • Hoy le llevaré a la Virgen la flor de los sacrificios que hago por mis hermanos desamparados.
  • Hoy entregaré un sonrisa buscando encontrar tu sonrisa en mi prójimo

Al vivir tu misión de Amor verás la tierra fértil de tu espíritu, sentirás el Amor venir a tu encuentro, es en la espiritualidad donde crece y miras como florece, da frutos y semillas el Amor del Padre Nuestro en Jesucristo. Al dar con Amor, no deseas pues cultivas la experiencia de Amar. En el Dar está el Recibir. Cuando deseas que las otras personas te den Amor, olvidas que ellas son también una expresión del Amor de Dios, luego entonces el camino es ayudarlas a reconocer que son un Amor y ese Amor es su origen su camino y destino. Que tus obras ayuden a cultivar los frutos del Amor en tu prójimo.

La libertad del Amor se expresa cuando te decides por Amar, pues no necesitas, no deseas, simplemente eres Amor encarnado. El deseo de que te amen te esclaviza pues estarás buscando el tesoro en las cosas, las imágenes, los detalles, las palabras, las acciones … en los objetos, en lo que escuchas, sientes, piensas y razonas. Deseas el frasco y olvidas el perfume, quieres que expresen la fragancia y la presencia de su amor. En el Amor somos uno, ese es el reino al que pertenecemos.

El deseo esclaviza y el Amor te hace libre ¡compártelo! pues es la Verdad, el Camino y la Vida que viene a tu encuentro.

Medita el testimonio de Amor en el Evangelio enfocándolo a tu lucha entre el Amor y el deseo .

Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, pero algunos de ellos decían: «Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios».

Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo.

Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra.

Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul.

Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces.

Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.

Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes.

El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.


San Lucas 11,14-23

Juan Manuel D’Acosta L
Consejero terapeuta
en Misión de Amor
Consulta cel/Whatsap +52 1 734-1295-201

Orientación personal y de pareja

Rescata la relación

Pon pie firme en el Amor de Dios para dar el paso de amar a tu pareja y a ti

Cuando la pareja tiene la etapa de enamoramiento, el Amor se hace presente como un pegamento que los unirá toda la vida y como si fuera un elástico los atraerá a reunirse, a pesar de la distancia, la infidelidad, de las complicaciones de vivir el divorcio, incluso, si establecieran segundas o más relaciones.

Sigue leyendo «Orientación personal y de pareja»

Ama a tu pareja

En este número tenemos la tarea de  Amar a tu pareja, tal vez parezca difícil para tu mente, tus emociones pretenden alejarte, el cuerpo parece negarse y hasta los comentarios de la gente piden la separación. Sin embargo, si en el principio hubo enamoramiento, te tengo una buena noticia: Están unidos en el Amor.

Confía en el Amor que alienta tu espíritu donde se anida la presencia del Espíritu Santo. Dios es Amor y su Amor sabrá guiarte y llevarte a la plenitud de Amar.

Mira el Espíritu Santo en tí, es el Amor del Padre en el Hijo. Es el Amor que Jesús comparte con nosotros para que lo extendamos. Así cuando damos amor lo recibimos. Por eso Ama a tu pareja.

Aquí te dejamos algunos consejos

Juan Manuel D'Acosta L.
Consejero en Misión de Amor
Terapia personal y de pareja
Cel/Whatsap +52 (1) 734 1295 201

El Amor viene a tu encuentro

En este número tenemos la tarea de descubrir
la presencia del Amor de Jesús
que viene a nuestro encuentro.

Boletín en Misión de Amor
1-28 ene 2019

El Amor viene a tu encuentro

Consulta a tu consejero terapeuta.
Te ayudará a ordenar y entender tus diferentes sentimientos y problemas.
Así aprendes cómo manejarlos en tu vida diaria

Juan Manuel D’Acosta
Consejero Terapeuta en Misión de Amor
Terapia personal y de pareja en
Cel/Whatsapp +52 (1) 734-1295-201


El Amor ¿se acabó?

Una de las expresiones que escucho cuando doy terapia de pareja es: “El amor se acabó”. Cuando escucho esto me duele que la idea que tenemos del Amor sea tan limitada. De hecho, cada vez que escucho esta expresión le pido al Señor que nos perdone. Resulta triste matar el Amor, pues Dios es Amor.

Esta expresión que “el amor se acabó” significa que la presencia de Dios en su vida se acabó.

Dios es Amor

Dios es el Amor que viene a nuestro encuentro, somos su expresión de Amor encarnada en esta tierra. El Amor es nuestro origen, nuestro camino y nuestro destino. El amor es lo que en verdad podemos dar.

Dios Amor, el Padre nuestro, se encarna por medio de Jesús, el nos demuestra que el Amor viene a nuestro encuentro, nos confirma cuánto Amor nos tiene y quiere liberarnos de nuestros pecados.

Pero entonces ¿Cuál es la origen del pecado? ¿De que viene a liberarnos? Pues el pecado es la negación del Amor, la negación de la voluntad de Dios, la negación del Espíritu Santo, el Espíritu Santo es el Amor del Padre en el hijo y del hijo en todos nosotros.

El Amor nos une

El Amor es lo que nos une a Jesús, por eso en Nazaret cuando le presentaron el libro del Profeta Isaías y abriéndolo encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí consagrado por la unción, me envió a llevar la buena noticia a los pobres a anunciar la liberación de los cautivos y la vista a los ciegos. Traer la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.

Cerró el libro, lo devolvió al ayudante y se sentó en la sinagoga tenían los ojos fijos en el Entonces comenzó a decirles hoy se ha cumplido este pasaje de la escritura que acaban de oír esto es palabra del señor noticias. Según San Lucas (Lc1,1-4.4,14-21)

San Pablo (Corintios 12,12-30) considera que el Espíritu es lo que nos une. El espíritu es el Amor y ese Amor es el que hace de familia sea un sólo cuerpo que se compone de muchos miembros: esposa, esposo y los hijos. Así como uno es marido y otro es hijo son un cuerpo familiar. Por eso no es posible la separación, es como si el pie dijera a la mano que no forma parte del cuerpo, de todas maneras seguiría siendo parte de el cuerpo.

Entonces cuando una pareja, según las leyes del hombre, diría que no es parte del matrimonio seguirá siendo el cuerpo de la familia. Y si el oído dijera ya que no soy ojo no formó parte del cuerpo como cuando los padres se divorcian dejarían de ser sus padres.

Todos funcionan en la familia

Dios ha dispuesto una función a cada uno de los miembros del matrimonio en la familia. Si todos fueran un solo miembro ¿donde estaría el cuerpo? ¿el esposo o la esposa? donde estaría la familia. Hay muchos miembros pero el cuerpo es uno sólo. Hay muchos miembros, pero la familia es parte del plan que Dios que ha dispuesto los miembros del cuerpo de familia. “Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamente. Así nuestros miembros menos dignos son tratados con mayor respeto, ya que los otros no necesitan ser tratado de esa manera. Pero Dios dispuso el cuerpo, dando mayor honor a los miembros que más lo necesitan a fin de que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente solidarios“.

¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría.

Somos el Cuerpo de Cristo

Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular miembro de ese cuerpo. En la familia en primer lugar han sido establecidos por Dios como esposos, papás, hijos. ¿Acaso todos son papá? ¿acaso todos son mamá? ¿acaso todos son esposo? ¿acaso todos son esposa? ¿acaso son todos hijos? pero cuando uno tiene diferentes dones. Uno puede tener el don de curar, otro tendá el don de las lenguas, entonces la familia tiene el don de las lenguas o de interpretarlas a través de uno de sus miembros, porque en el plan de Dios somos uno y el Espíritu que el Jesús nos comparte es para consagrarlo, llevar la buena noticia especialmente a quienes viven con nosotros y tienen carencias, para anunciar la liberación a quienes están cautivos del mal en pensamientos, palabras y obras, y que los hacen mirarse separados de la familia. El Espíritu del Señor ha venido a traer la vista a los ciegos, está en nosotros para dar testimonio de que Jesús se expresa su Espíritu Santo a través de en nosotros para dar la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos…

El Amor siempre vive en nosotros

Muchas veces nosotros estamos ciegos y no miramos el Amor, pensamos que se acabó la libertad, que hemos perdido el Amor al sentirnos oprimidos unos a otros. El Señor Jesús ha venido para que compartamos su Espíritu, su Amor, para darle libertad a los oprimidos, especialmente en nuestra familia, en nuestra pareja, en nuestros hijos dentro de la bendición de la familia.

Medita en ésta expresión de Amor del Señor, que quiere mostrarse a través tuyo. Permite que su Amor se exprese, no lo ocultes tras rencores, resentimientos y temores. Haz cómo lo hizo la Santísima Virgen María en la anunciación, pregúntale ¿cómo será posible esto?

 

Juan Manuel D'Acosta L
Consejero en Misión de Amor
Terapia personal y de pareja
Cel/Whatsap +52 (1) 734 1295 201

3 problemas en el noviazgo

Nos consultan problemas en el noviazgo:

«Tengo un problema serio en mi relación mi novia esta desamorada desde el 28 de marzo y no me justificación concreta y me pone súper mal estoy desesperado ayúdenme»

El problema tiene tres frentes a resolver: Por un lado nos hablas del “desenamoramiento” de tu novia. Por otro lado la desesperación que sufres y el tercer punto es la confusión sobre el amor.

¿Cuál de los tres sería el más importante en resolver?

1.- La relación de Amor parece ser el frente de batalla más importante a resolver.

AMAR. Recibir y entregar el Amor, ser expresión del amor. Dios es Amor. Para ello tienes que reconocer que tanto tú como tu novia son una expresión del Amor de Dios. Eres un Amor sembrado en esta tierra para dar frutos y sembrar semillas para extender y transformar la el camino y vida con la verdad del Amor.
Ahora bien para amar, voltea a la fuente del Amor para que te anime, le de brillo a tu espíritu y puedas entregar tu alma al Amor.

El primer paso es Amar a Dios y la oración como diálogo es un buen instrumento para descubrir que eres un Amor y el Amor te anima.

Dios te bendice, acúnate en los brazos del Señor y platica y confíale tus pensamientos, emociones, sensaciones, los comentarios del mundo y las obras que haces para compartir el Amor. ¿a cuantas personas le deseaste el buen día? ¿te acercaste a enfermos, viudas, huerfanos y desposeídos para animarlos? ¿sacrificaste algo de lo que tienes en la alacena para que otro comiera? ¿le sonreíste a una persona que estaba en desgracia o en duelo? Hay tantas formas de entregar el Amor y reconocer que eres un medio para extender el Amor.

2.- Ahora veamos el segundo frente: tu desesperación.

Esa sensación que puede ser de abandono o nacida de temores aprendidos surgen de ti y en ti está la fuente para resolver esa emoción que parece te domina.

Te tengo una buena noticia. Tu espíritu es más fuerte que tu mente, tus emociones, las sensaciones y el que dirán. Para descubrir tu ánimo en la batalla debes controlar a tu mente, ese genio loco que de pronto se apodera de nuestra conciencia y juzga, condena, separa y esclaviza al no ser gobernado.

Tómate 10 minutos para gobernar tu mente cada día, cada hora, cada que te asalte en tu conciencia. Simplemente obliga a tu mente a repetir una jaculatoria. Ordénale que no piense, que sólo se enfoque en frase: “Señor mío y Dios Mío” o repetir una y otra vez el responso del salmo de hoy “Glorifiquen al Señor, nuestro Dios”. Así le enseñarás a tu mente que tu la gobiernas.

El dominio de la emoción, que hoy describe como desesperación, se logra mediante la respiración profunda y sosegada, es decir ordenarle a tu cuerpo que al presentarse la emoción, tome y exhale tres veces de manera profunda. Y para dominar mente y emoción de forma simultanea.

Dividirás en dos la jaculatoria o el responso y la primera parte será al aspirar y la segunda al exhalar. Es decir: inhalando-”Señor Mío” y “exhalando-y “Dios Mío”. Usa una posición cómoda para relajarte de tal manera que tu cuerpo esté, por ejemplo, sentado con la espalda recta y los pies bien apoyados.

3.- El tercer frente es tan importante como tu desesperación.

El Amor parece esconderse o no existe la confianza y la necesidad para compartirlo. El Amor no desaparece, sería tanto como decir que Dios desaparece. Lo que ocurre es que el amor lo cubrimos y no brilla. En terapia de pareja estudiamos el conflicto mirando primero si lo masculino y lo femenino en la relación son complementarios (anima y animus) cuando así sucede se genera el enamoramiento que es donde se crea el pegamento de la pareja para resolver los conflictos y los mantendrá unidos para toda la vida a pesar de infidelidades, rencores o adversidades. Pero para resolver ese tercer conflicto abría que resolver los dos primeros frentes apoyados en la espiritualidad y la terapia.

Si te viene bien puedes tomar consulta terapéutica con nosotros de viva voz.

Reconciliación

Lee esta Carta II de San Pablo a los Corintios (3,4-11) y deja que el espíritu te vaya guiando.

Es Cristo el que nos da esta seguridad delante de Dios, no porque podamos atribuirnos algo que venga de nosotros mismos, ya que toda nuestra capacidad viene de Dios.
El nos ha capacitado para que seamos los ministros de una Nueva Alianza, que no reside en la letra, sino en el Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
Ahora bien, si el ministerio que lleva a la muerte -grabado sobre piedras- fue inaugurado con tanta gloria que los israelitas no podían fijar sus ojos en el rostro de Moisés, por el resplandor -aunque pasajero- de ese rostro, ¡cuánto más glorioso será el ministerio del Espíritu!
Y si el ministerio que llevaba a la condenación fue tan glorioso, ¡cuál no será la gloria del ministerio que conduce a la justicia!
En realidad, aquello que fue glorioso bajo cierto aspecto ya no lo es más en comparación con esta gloria extraordinaria. Porque si lo que era transitorio se ha manifestado con tanta gloria, ¡cuánto más glorioso será lo que es permanente!

Y medita sobre el Evangelio según San Mateo (5,17-19).

Jesús dijo a sus discípulos:
«No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
Les aseguro que no desaparecerá ni una una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.

El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»