La misericordia es la justicia del Amor

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La ley de los hombres busca proteger a las víctimas y castigar al culpable. En la justicia del Amor, se busca la libertad que fue entregada a cada ser humano y la libertad es la responsabilidad de decidir por un bien superior. ¿Cuál bien es mayor que el amor? ¿Cuál gozo mayor que ejercerlo amando a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos?. 

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La ley del hombre se interpreta en los tribunales, la Ley de Dios, la del Amor, se vive en la conciencia. Hay de nosotros si ante los ojos de los hombres nos convertimos en víctimas o esclavo del hermano o lo hacemos con nuestro hermano, para obtener ventaja de la ley. Pues nos echaremos el yugo del temor y la justificación.

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Haz el bien y sentirás libertad emocional

 

Esta reflexión sugiere que la libertad está vinculada con hacer el bien, y que cuanto más hacemos el bien, más libres nos sentimos. En términos generales, hacer el bien implica tomar decisiones y acciones que benefician a los demás y a la sociedad en general, en lugar de solo buscar satisfacer nuestros propios intereses egoístas.

https://youtu.be/PTbecm9yiko

En este sentido, cuando nos enfocamos en hacer el bien, estamos liberándonos de las limitaciones que pueden surgir, de centrarnos solo en nuestras necesidades y deseos personales. Estamos tomando una perspectiva más amplia y considerando las necesidades de los demás y el impacto de nuestras acciones en la comunidad.

Además, cuando hacemos el bien, estamos contribuyendo al bienestar colectivo y a la creación de una sociedad más justa y equitativa. Esto puede tener un impacto positivo en nuestra propia vida, ya que vivimos en un mundo interconectado y nuestras acciones individuales pueden tener consecuencias a nivel global.

En última instancia, la reflexión sugiere que la libertad no es solo un estado de ausencia de restricciones, sino un estado de mente y una elección de vivir una vida que esté en armonía con nuestros valores y propósitos más elevados. Al hacer el bien, nos sentimos más libres porque estamos actuando a bitcoin vanity address de manera coherente con lo que creemos, es correcto y estamos contribuyendo al bienestar de los demás y de la sociedad en general.

  1. «La libertad conlleva responsabilidad. Por eso muchos la temen.» – George Bernard Shaw
  2. «La libertad es el derecho a hacer lo que no perjudica a los demás.» – John Stuart Mill
  3. «La libertad no es la ausencia de compromisos, sino la capacidad de elegirlos.» – Paulo Coelho
  4. «Ser responsable es responder por tus acciones y decisiones. Ser libre es tener el derecho a tomarlas.» – Desconocido
  5. «La verdadera libertad no es hacer lo que se quiere, sino hacer lo que se debe.» – José Martí
  6. «La libertad nunca es dada voluntariamente por el opresor; debe ser exigida por el oprimido.» – Martin Luther King Jr.
  7. «La libertad no es un regalo que se recibe de manos de un gobierno. Es un derecho que se reclama y se defiende en las calles.» – Ai Weiwei
  8. «La libertad es una responsabilidad, no una licencia para hacer lo que se quiere.» – Desconocido
  9. «No existe libertad sin responsabilidad, ni responsabilidad sin libertad.» – Walter J. Lippmann
  10. «La verdadera libertad implica aceptar las consecuencias de nuestras acciones y decisiones.» – Desconocido

Querido Dios:

Te pido que me guíes en mi camino para hacer el bien y contribuir positivamente al mundo que me rodea. Ayúdame a tomar decisiones que beneficien no solo a mí mismo/a, sino también a los demás y a la comunidad en general.

Permíteme tener una perspectiva amplia y compasiva, para poder ver más allá de mis propios intereses egoístas y considerar las necesidades de los demás. Ayúdame a ser consciente del impacto de mis acciones y a elegir siempre el camino que beneficie al bienestar colectivo.

Te pido que me des la fuerza y la motivación para seguir haciendo el bien, incluso cuando pueda ser difícil o poco gratificante. Ayúdame a mantenerme fiel a mis valores y propósitos más elevados, y a encontrar la libertad en la elección de vivir una vida que esté en armonía con ellos.

Gracias por tu guía y apoyo en este camino. Que pueda ser una luz positiva en el mundo y encontrar la libertad en hacer el bien.

Amén

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Invitación de Dios al reino de a la conversión

Dios tiene el gusto de invitarte al baile que se celebrará el día de hoy, en el cielo y en la tierra.

Hoy pusiste nuevamente en mi corazón una frase que me entregaste al inicio de la Misión de Amor:

“Si te cuesta dar el paso de amar a tu prójimo o a ti mismo. Haz como en el baile: pon pie firme en mi Amor para dar el paso de amar”

Y mira ¡cómo llegas a invitarme a bailar! al baile real de Dios y me compartes una poesía de Madeleine Delbrel

Si estuviéramos contentos de ti, Señor,
no podríamos resistir a esa necesidad de danzar que desborda el mundo
y llegaríamos a adivinar
qué danza es la que te gusta hacernos danzar,
siguiendo los pasos de tu Providencia.

Porque pienso que debes estar cansado
de gente que hable siempre de servirte
con aire de capitanes;
de conocerte con ínfulas de profesor;
de alcanzarte a través de reglas de deporte;
de amarte como se ama un viejo matrimonio.

Y un día que deseabas otra cosa
inventaste a San Francisco
e hiciste de él tu juglar.
Y a nosotros nos corresponde dejarnos inventar
para ser gente alegre que dance su vida contigo.

Para ser buen bailarín contigo
no es preciso saber adónde lleva el baile.
Hay que seguir,
ser alegre,
ser ligero y, sobre todo, no mostrarse rígido.
No pedir explicaciones de los pasos que te gusta dar.
Hay que ser como una prolongación ágil y viva de ti mismo
y recibir de ti la transmisión del ritmo de la orquesta.
No hay por qué querer avanzar a toda costa
sino aceptar el dar la vuelta,
ir de lado,
saber detenerse y deslizarse en vez de caminar.
Y esto no sería más que una serie de pasos estúpidos
si la música no formara una armonía.

Pero olvidamos la música de tu Espíritu
y hacemos de nuestra vida un ejercicio de gimnasia;
olvidamos que en tus brazos se danza,
que tu santa voluntad es de una inconcebible fantasía,
y que no hay monotonía ni aburrimiento
más que para las viejas almas
que hacen de inmóvil fondo
en el alegre baile de tu amor.

Señor, muéstranos el puesto
que, en este romance eterno iniciado entre tú y nosotros,
debe tener el baile singular de nuestra obediencia.
Revélanos la gran orquesta de tus designios,
donde lo que permites toca notas extrañas
en la serenidad de lo que quieres.

Enséñanos a vestirnos cada día con nuestra condición humana
como un vestido de baile, que nos hará amar de ti
todo detalle como indispensable joya.
Haznos vivir nuestra vida,
no como un juego de ajedrez en el que todo se calcula,
no como un partido en el que todo es difícil,
no como un teorema que nos rompe la cabeza,
sino como una fiesta sin fin donde se renueva el encuentro contigo,
como un baile,
como una danza entre los brazos de tu gracia,
con la música universal del amor.

Señor, ven a invitarnos

El baile de la obediencia, por Madeleine Delbrel (24/10/04 – 13/10/64)

Hoy Señor me vuelves a invitar a bailar. De pronto me siento torpe para dar el paso de amar a mi projimo y me cuesta trabajo encontrar el Amor en mi.

Me he complicado la danza de esta vida, porque cargo rencores y resentimientos de hechos que, aunque lejanos en el tiempo, parecen estar presentes una y otra vez entre los pasos que debo seguir en este día.

1,2,3… y el recuerdo me impide llegar al cuarto paso.

1,2,… y me detengo para acomodarme una mascara que proteja mi sensible corazón.

1,2,3… y me lleno de ira porque no quiero perdonar.

1… prefiero ocuparme con ruidos y dejar que explote mi mente y la imaginación me domine con ansiedad.

1,2,… tengo miedo de que ocurrirá mañana y en lugar de bailar contigo me pongo a juzgar.

1,2,3,4,1,2… miro las heridas de mi infancia y me enfoco en mi consciencia dolida.

1… me detengo para pelearme conmigo y me deprimo

1,2… la gente murmura, me dice que sigue y te abandono

1,2,3… pienso en los sueños que tuve y me quedo buscando el sentido que me muestran.

1,2,… me cuesta dejarme llevar por los pasos del día que me entregas. Dejo de bailar contigo para caminar por mi cuenta. Donde los pajaros dejan de ser melodía y tu brisa deja de abrazarme.

Oh Señor que difícil aceptar tu invitación a bailar al ritmo de tu santa voluntad. Para tí todo parece sencillo y tu espíritu flota como el viento. Nadie sabe de donde viene y a donde va.

Me cuesta dar el paso que sigue de amar a mi prójimo, de amarme a mi.

Acepto

Señor ¡si acepto! este día, bailar contigo

Si me cuesta dar el paso de amar a mi projimo o a mi. Haré como en el baile: pondré pie firme en tu Amor para dar el paso de amar y amarme”

Jesús en tí confío.

Entrego a tus manos rencor, resentimiento y temor

Padre Nuestro ¡Hágase tu voluntad!

Papá Dios Quiere Que Goces Tu Bello Regalo Del Día

En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo

Quiero recibir el regalo de este día

Es regalo del Padre Nuestro mi vida

Que no sea en vano este día

Es oportunidad de Amar con el Espíritu Santo

que no lo desprecie este día

https://youtu.be/4ETPrsg_n7I

Es tiempo de la reconciliación de Jesús

que no lo ignore este día

Hoy el hijo nos salva.

Hoy el Espíritu Santo nos ama.

Hoy el Padre Nuestro nos encarna

Padre Nuestro…

Hoy es siempre, porque siempre es hoy.

Hoy es siempre porque siempre es la verdad

Hoy es siempre porque siempre es el camino

Hoy es siempre porque siempre es la vida

Hoy es siempre, porque siempre Cristo es el Espíritu Santo

Hoy es siempre, porque siempre el Espíritu Santo es el Padre

Hoy es siempre, porque siempre es el Padre Nuestro

Hoy es siempre, porque siempre está presente en la Santísima providencia de la Trinidad en la Santísima Virgen María.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén.

Madre mía con el ruego a tu hijo ayúdame

para que mire presente el Amor

para abrir este día al perdón

para que refresque mi esperanza

para que brille mi débil fe

para abrir el milagro de este día.

Dios te salve María presente en el Amor que al corazón inflama

Llena eres de gracia…

Dios te salve María Presente en el Amor que anima

Llena eres de gracia…

Dios te salve María Presente en el Padre Nuestro que me crea

Llena eres de gracia…

Dios te salve María Presente en el Espiritu Santo que me guía y fortalece

Llena eres de gracia…

Dios te salve María Presente en tu hijo que me entrega misericordia

Llena eres de gracia…

Dios te salve María estoy presente contigo en es este día

Llena eres de gracia…

Dios te salve María estoy presente contigo en la creación del padre nuestro

Llena eres de gracia…

Dios te salve María estoy presente contigo en el Amor del Espíritu Santo

Llena eres de gracia…

Dios te salve María estoy presente contigo en Jesús, fruto de tu vientre.

Llena eres de gracia…

Dios te salve María estoy presente contigo cuando intercedes a Jesús por nosotros

Llena eres de gracia…

Madre Mía de Guadalupe recibe mi debilidad que detiene

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Lourdes recibe mis padecimientos que agobian

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Fátima Recibe mi temor que ocultan la paz

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de la medalla milagrosa, Recibe mis penas que desprecio

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de inmaculada concepción Recibe mi rencor que me quema

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Aparecida Recibe mis culpas que aborrezco

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Coromoto Recibe mi tristeza que debilita

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía del Perpetuo Socorro Recibe mi dolor que oscurece

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía del Cobre Recibe mi soberbia que humilla

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de la Cantera Recibe mi mezquindad que aísla

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía del Carmen Recibe mi egoísmo que encierra

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía del Pilar Recibe mi vanidad que ciega

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Medjugorje Recibe mi pereza que desanima

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de los Ángeles Recibe mis juicios que paralizan

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de los Remedios Recibe mis vicios que ocultan

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía Auxiliadora Recibe mi adicción que enferman

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Chestojova Recibe mis condenas que esclavizan

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía Montserrat Recibe mis dudas que confunden

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía del Rosario Recibe mis tentaciones que equivocan

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de la Candelaria Recibe mis carencias que angustian

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de la Paz Recibe mi desconfianza que altera

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Akita Recibe mi ansiedad que entorpece

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de los Dolores Recibe mi posesiones que atan

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Loreto Recibe mi sed de justicia que oprime

R. Ruega a Jesús por nosotros

 

Madre Mía del Refugio Recibe mi rechazo por el pobre que envilece

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía de Dulce Corazón Recibe mi depresión que arrincona

R. Ruega a Jesús por nosotros

Madre Mía Hoy estoy contigo y tu conmigo, con tu ruego amoroso

Hoy estoy en tu hijo Jesús y Jesús en mi, en el puedo confiar

Hoy estoy en el Espíritu Santo y el Espíritu Santo en mi, nada me impide amar

Hoy estoy en el Padre Nuestro y el Padre Nuestro en mi, que me puede faltar

Dulce Madre no te Apartes, tu vista de mi no apartes y ya que me concedes tanto has que nos bendiga el Padre, el hijo y el Espíritu Santo

Amen.

Podrías vivir libre. PERO, hay un PERO

Podrías descubrir la plenitud del Amor, paz, gozo, bondad, generosidad, autocontrol, fidelidad, paciencia… vivir libre. PERO, siempre hay un PERO y no descubres la plenitud del Amor, paz, gozo, bondad, generosidad, autocontrol, fidelidad, paciencia… libertad

¡Haz este ejercicio! PERO si no quieres no. Empecemos por meditar el Evangelio, encontrarle el PERO que le ponemos a la libertad, el camino, la verdad y la vida y luego quitarle el PERO.

Dijo el Señor: «¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen?

Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre ellos: ‘¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!’.

Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: ‘¡Ha perdido la cabeza!’.

Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘¡Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores!’

Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos sus hijos.»

(San Lucas 7,31-35)

¿Qué “PERO” le pones a tu libertad, el camino, la verdad y la vida?

Cuando tu mente está dominando tu vida, vaga por toda clase de juicios de “PEROs”. Su gran aventura está en juzgar y así tener razón. “PERO” para tener razón necesita encontrar víctima, leyes, juez, culpable a quien condenar y verdugo para ejecutar la sentencia.

A lo largo de la vida la mente se alimenta de nuevos argumentos para confirmar que eres una persona juiciosa y, con razón, tienes poder pues reclamas y demandas los derechos y justificas tus obligaciones, tu mente se premia al tener la razón, pues perder el juicio es perder la razón, le llama locura. De hecho tu mente busca probar (“PERO”) que los argumentos de otras personas no tienen razón. La razón es una propiedad de tu mente.

“PERO” en los tribunales quien gana el juicio es quien presenta los mejores argumentos para tener razón, “PERO”esto no quiere decir que sea justo el juicio, la justicia de la mente es razonable. “PERO” puede moverse de un argumento a otro, desvirtuar una razón o incluso invalidarla. “PERO” la razón no permanece y se actualiza constantemente, así como un día fue fundamental, así al otro día ni siquiera se considera como válida. “PERO” en el tiempo, con la experiencia, en las relaciones, en los juzgados, el gobierno, las relaciones humanas y con la naturaleza la razón se anula con razón.

La verdad es piedra firme libre de las conveniencias y las razones. Mientras que la razón es una percepción de la mente que acomoda las circunstancias y conveniencias. Al no ser permanente deja de ser verdad. Pues la verdad siempre “es”, permanece inalterable en el tiempo y las circunstancias.

Cuando la razón se enfrenta a la verdad, buscará razones para tener y ser poder que gobierna la consciencia. La mente luchará por justificar su presencia en la consciencia usando toda clase de argumentos justos según su razón. Para ganar el juicio de su derecho a gobernar a la verdad, se percibirá como víctima de la verdad, según las leyes de la mente, juez de justa razón, y encontrará que la verdad y quienes la practican son culpables para condenar y será verdugo para ejecutar la sentencia que condena la verdad.

La verdad te hace libre de la razón. La verdad prevalece sobre la razón, pues permanece sin alteraciones por el tiempo, las circunstancias y todo lo que significan las razones. Así pues en la verdad eres libre, tu percepción de víctima, juicio, condena y verdugo solo estará presente en los argumentos de las razones de tu mente. Si quieres percibir la libertad será reconociendo la verdad.

Mirarse libre en la verdad parecerá un insulto a la razón pues la mente pasará de mirarse como gobernante a convertirse en servidor de la verdad. Apropiarse del insulto es una forma de tomar el puesto de víctima y así comienza el dominio de la mente. Al dejar de mirarse como víctima la verdad se hace presente. Se pierde la razón y la justicia individual.

En la libertad el individuo está unido a todo, pues sin juicios del bien y el mal, está todo y no hace falta nada. En la verdad se experimenta la compasión, donde nos identificamos con el otro, sentimos la presencia del otro, su gozo PERO también sentimos su sufrimiento y en verdad queremos que descubra la bondad de la libertad, esa bondad es la piedad de la verdad. En verdad descubres compasión y piedad, unión y bondad, la libertad que permanece y siempre es presente en todo, pues es verdad.

La mente es servidor de la verdad, sirve a la verdad cuando reconoce la voluntad de la verdad y entonces usa sus argumentos para negarse a si misma, para perder la razón y la justicia individual, conveniente y temporal.

La voluntad de la verdad está siempre presente, es camino de bondad, es vida en unión. La voluntad de la verdad es de quien es sobre todas las cosas, reina en el cielo como en la tierra, lo visible y lo invisible. Es pan de bondad de cada día. Es la compasión y piedad del perdón, voluntad que nos comparte para mirar libres a quienes nos condenan. Es el resguardo que nos protege de las tentaciones. Es voluntad que nos libra con el bien del Mal.

Así es, es su voluntad, porque es el que es, el Padre Nuestro, padre que nos crea, cría y nos une, fortalece y guía con el Amor de su Espíritu Santo en su hijo amado de bondad y misericordia, compasivo y piadoso, camino, verdad y vida. Pues todo es uno en sus tres expresiones y sus tres expresiones son para que todo sea uno en su Amor. Pues Dios es Amor.

Así que tienes razón para servir a la verdad y ser libre, para regresar al camino del Padre Nuestro, para vivir el Amor del Espíritu Santo.

Que tu razón sea gobernada por el Amor. Decide, antes que razonar, primero Amar.

Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti. Deja de ignorar el Amor con razones y juicios mundanos.

El Amor es el Padre Nuestro, nuestro origen, camino y destino.

Si te cuesta amar a tu prójimo o a ti. Haz como en el baile: “Pon pie firme en el Amor de Dios para dar el paso de amar a tu prójimo o a ti.

Quítale el “PERO”

¡Haz este ejercicio! PERO si no quieres no

En las reflexiones sobre la lectura de hoy de https://www.espaciosagrado.com/ me permití agregarle “PERO” a sus redacción para que observes el efecto de la mente por tener razón y gobernar nuestra consciencia. Quitale el “PERO” y observa el efecto en tu mente, verás como se resiste a dejar de argumentar para tener razón y que el Amor no lo gobierne.

Hay asuntos que tienen espacio en el Evangelio, PERO que no son temas candentes para nosotros. La relación entre Juan Bautista y Jesús ha sido resuelta hace tiempo, “PERO” en el tiempo de los Evangelios fue un tema de discusión y debate. Para simplificar mucho el asunto; para algunos seguidores de Juan estaba claro que, ya que Juan bautizó a Jesús, él tenía que estar sobre Jesús. Hoy, podemos dejar ese punto de lado y mirar al punto moral que levanta el pasaje.

“PERO” hasta qué punto enfrentamos situaciones, motivados por nuestras actitudes más que por principios. “PERO” a algunos llamamos “glotones” y a otros “poseídos” porque nos viene bien. “PERO” la reflexión de la situación en nuestro mundo muestra que este simple dicho de Jesús arroja una luz en nuestro en nuestro mundo malamente polarizado y también en nuestros juicios.

“PERO” los reclamos de un niño son convincentes; sus experiencias de haber sido tratado injustamente lo descontrola. Jesús ve la niñez en la forma en que algunos adultos se comportan. “PERO” ¿sospecho que hay algunos comportamientos en que Jesús me está invitando a madurar?

“PERO” mucho del comentario social de nuestro tiempo es como el griterío de los niños en el mercado –transitorio, inescapable, momentáneamente comprometedor, PERO superficial. “PERO” estando aquí, ahora, es mi manera de conectarme con un mensaje duradero y más verdadero. “PERO” me doy el tiempo necesario para que el cotorreo superficial se vaya y escuchar a Dios, que habla en la profundidad de mi corazón.

Este pasaje nos recuerda que los niños tienden a actuar motivados por sus sentimientos del momento. Los adultos pueden compartir sus sentimientos; “PERO” pueden dar preferencia a la razón y confianza. Dios nos ayuda a crecer en esta clase de madurez, y a través de nuestra relación con Él, aprendemos a seguir Sus caminos. Él nos entrega Su sabiduría para que nos podamos hacer cargo de nuestra vida, y no ser víctima de nuestros estados de ánimo. Señor, que yo pueda ver y entender.

“PERO” puede ser muy fácil encontrar excusas en una situación dada, y permanecer sentado en la verja, encontrando faltas acerca de todas las alternativas disponibles, y sin involucrarse. “PERO” yo pido por la sabiduría, la cual está siempre relacionada a acciones concretas, a pesar de todas las limitaciones de las situaciones reales.

“PERO” me pregunto dónde están los niños que justifican la sabiduría. “PERO” probablemente aquellos que son lo suficientemente sabios para aceptar su parte, y ver posibilidades de buenas acciones; aquellos que luchan para educar a sus familias, silenciosa PERO fielmente; aquellos que cumplen con su deber sin temor o favor; aquellos que se esfuerzan para vivir una vida de integridad, aun cuando se sienten solos y aislados por hacerlo. Yo pido ser incluido entre aquellos niños benditos por la sabiduría.

¡Jesús nos está tratando de remecer! ¿Necesito un remezón? ¿Estoy vivo/a a medias? “PERO” mi alma puede llegar a estar atontada, paralizada, drogada, fragmentada. “PERO” puedo permanecer inmóvil sin importar lo que Dios haga por mí. “PERO”a veces el dolor de los demás no conmueve mi corazón. “PERO” puedo ser difícil de contentar: los sicólogos hablan de personas que llevan vidas “de miles de pequeños disgustos”. “PERO” la gratitud y alabanza a la bondad de Dios pueden ser débiles y tambaleantes en mí.

Jesús, sácame de mis tumbas hechas por mí , de manera que pueda vivir mi existencia contigo al máximo. Quiero ser como Tú eres, llena/o de vida y vibrando con la vida de Dios.

“PERO” los niños se quejan entre ellos cuando no se observan las reglas del juego. “PERO” Jesús ve que los adultos también pueden tener expectativas simplistas y hacer fácilmente comparaciones superficiales. “PERO” nos pide ver más allá de la superficie, para reflexionar más profundamente, para que nuestra oración vaya más adentro. “PERO” si somos capaces de dar tiempo y atención para advertir por dónde Dios se está moviendo en nuestro medio, podremos ser capaces de recibir la sabiduría e intuición que Dios desea regalarnos.

Dios quiere que nos regocijemos en las cosas buenas de la vida. “PERO” deberíamos celebrar la amistad, el matrimonio y la familia, los nacimientos, éxitos y juegos. Dios nos va a preguntar al final: ”¿Disfrutaste de mi creación?” Y Él espera que le respondamos que sí.

PERO también hay otro lado de la vida. Deberemos seguir a Jesús en el partir del Pan y en beber el Cáliz de su Pasión. “PERO” Señor, temo tomar Tu cruz diariamente. “PERO” evito el dolor, las heridas y pérdidas. “PERO” enséñame a encontrarte en el sufrimiento. ¡Pasión de Cristo, confórtame!

“PERO” confortar significa originalmente “dar coraje y fuerza” en vez de “hacer que se vaya el dolor”.

“PERO” Jesús no tiene miedo de hablar con la verdad. Expone la voluntaria perversidad, dureza y porfía del corazón de los fariseos y escribas. Contrariamente a los recaudadores de impuestos y a los pecadores, ellos rehusaban reconocer la presencia de Dios en Jesús. “PERO” ningún llamado suyo penetraba en sus corazones. “PERO” se negaban a arrepentirse y así perdían el momento de gracia.

“PERO” Señor, yo también puedo tener un corazón duro, ciego y sordo a Tu Verdad. Paso por periodos de negatividad y quejas, cuando nada parece complacerme. Ven a mí en mi pobreza de espíritu. Revélame la sabiduría del amor y déjame contarme entre tus hijos e hijas.

Jesús está tratando de ser escuchado por los que lo siguen. “PERO” siempre podemos encontrar razones por no escuchar a alguien – lo criticamos por ser demasiado espiritual, otros por ser muy poco espiritual. “PERO” Jesús nos pide que miremos nuestros corazones y ahí encontremos el camino para la conversión, sin hacer comparaciones o condenas hacia otros. “PERO” la oración es uno de los principales lugares de conversión en nuestras vidas

“PERO” habría sido imposible para un centurión romano poner su confianza, humildemente, en un predicador judío. “PERO” la cultura y la política de la supremacía de Roma habría descartado todo contacto, y menos aún un acto de confianza y homenaje. “PERO” su acto de fe, tan inesperado y contra la cultura de la época, fue un regalo, e impresionó a Jesús.

“PERO” ¿me encuentro, a veces, débil en mi fe, descorazonada/o por la atmósfera y la cultura de me rodea? ¿Qué pienso del regalo que recibió el centurión?

“PERO” ¿poseo un corazón abierto para recibirlo?

La ignorancia de los que no se convierten

El Apóstol Pablo dice: “Lo que algunos tienen es ignorancia de Dios” (1Co 15,34). Yo digo, que permanecen en esta ignorancia todos aquellos que no quieren convertirse a Dios. Ellos rechazan esta conversión por la única razón de que ellos imaginan a Dios solemne y severo cuando es todo suavidad; ellos lo imaginan duro e implacable cuando es todo misericordia; creen que es violento y terrible cuando es adorable. Así el impío se engaña a sí mismo y se fabrica un ídolo en vez de conocer a Dios tal cual es.

¿Qué teme esta gente de poca fe? ¿Qué Dios no querrá perdonar sus pecados? PERO si Él mismo, con sus propias manos, los clavó en la cruz (Col 2,14). ¿Qué pueden temer todavía? ¿Ser ellos mismos débiles y vulnerables? PERO si Él conoce muy bien la arcilla con que nos ha hecho.

¿De qué tienen miedo? ¿De estar demasiado acostumbrados al mal para abandonar las costumbres de la carne? PERO el Señor liberta a los cautivos (Sal 145,7).

¿Temen por tanto que Dios, irritado por la inmensidad de sus faltas, vacile en tenderles una mano que los socorra? PERO allí donde abundó el pecado, la gracia sobreabundó (Rm 5, 20).

¿Quizá la preocupación por el vestido, el alimento y otras necesidades de su vida, les impide separarse de sus bienes? Dios sabe que tenemos necesidad de todo esto (Mt 6, 32). ¿Qué más quieren? ¿Cuál es el obstáculo para su salvación? Ignoran a Dios, no creen en nuestra palabra. Por tanto es necesario que se fíen de la experiencia de los demás.

San Bernardo (1091-1153)
monje cisterciense y doctor de la Iglesia
Sermón 38 sobre el Cantar de los Cantares

¿Cómo es el puente para hacer oración?

La Oración es un puente que nosotros ofrecemos para que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lleguen a nuestro hogar, a nuestra conciencia. Pero también es un puente para el diálogo con tu prójimo y contigo.

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¡Qué se haga en mí tu voluntad!

No reces por el cumplimiento de tu voluntad, ella no corresponde necesariamente a la voluntad de Dios. Más bien, siguiendo la enseñanza recibida, reza diciendo: “¡Qué tu voluntad se haga en mí!” (Mt 6,10). Así, pídele que se haga su voluntad en todo, ya que quiere el bien y lo útil para tu alma. Aunque tú no buscas siempre eso.

En mis oraciones, seguido, pedí que se cumpliera lo que yo estimaba bueno para mí. Me obstinaba en la demanda, violentando tontamente la voluntad de Dios, en vez de dejarlo que ordenase lo que él sabía que era útil para mí. Cuando recibía lo que yo había pedido, veía que el objeto de mi oración no era como me lo había figurado. Grande era entonces mi decepción por no haber querido que se cumpliera más bien la voluntad de Dios sino que se cumpliera de preferencia la mía.

¿Qué existe bueno, sino Dios? En consecuencia, abandonémosle todo lo que nos concierne y estaremos bien. Ya que siendo bueno, es proveedor de dones excelentes. No te aflijas si no recibes inmediatamente de Dios lo que pides. Es porque quiere hacerte mayor bien por tu perseverancia de permanecer con él en la oración. ¿Qué puede haber de más elevado que conversar con él y ser absorbido en su intimidad? (…) No quieras que lo que te concierne se solucione según tus ideas sino según el deseo de Dios. Entonces, no tendrás dificultades en tu oración y estarás lleno de reconocimiento.

Evagrio Póntico (345-399)
Monje en el desierto de Egipto
Capítulos sobre la oración 31-34 (Philocalie des Pères neptiques, DDB-Lattès); trad. sc©evangelizo.org

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Evangelio según San Marcos 3,31-35.

Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.
La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: «Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera».
El les respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?».
Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Atiende al Amor: «elige la mejor parte, que no te será quitada».

Dios es Amor

Es nuestro eterno compañero y es un gusto compartirle nuestras emociones y pensamientos. Es alegre, amable, bondadoso y nos comparte su Amor que nos fortalece.

¿Qué te parece? Empezar el día con la bendición del Señor y concluirlo con el agradecimiento y el descanso en el Señor. Si Dios es Amor ¿Qué te parece? Empezar con la bendición del Amor y concluir agradeciendo y descansando en el Amor?

Para algunos resultará novedoso que el domingo(1) es el primer día de la semana, se conmemora la resurrección del Señor al tercer día y la Iglesia Católica propone que empecemos la semana con el Señor. Está propuesta me parece más sabia que sólo usar el Shabat (2) como tiempo de descanso y agradecimiento en el Señor. Una amiga que entró como maestra de una escuela judía, recibió la indicación que no se tocara nada relacionado con Jesucristo, a lo que la profesora replicó y como explicarles a los alumnos que el año oficial es 2019 que hace alusión al nacimiento de Cristo.

(1)Viene de dominicus: «día del Señor» El domingo es, tradicionalmente, el séptimo​ día de la semana civil en la mayoría de los países de habla hispana. … El domingo es el primer día de la semana litúrgica en la tradición cristiana, al igual que lo es en otras tradiciones culturales.

(2) “Shabat” es el ritual de descanso semanal de los creyentes del Judaísmo. El día de descanso semanal shabat hace referencia al día de descanso después de los seis días de trabajo para la creación del mundo, según el libro de Génesis de la Biblia. … El shabat se fija para el día sábado donde es obligatorio descansar.

Esto dice el Señor según San Lucas.

Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa.

Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.

Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude».

Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada».

San Lucas (10,38-42)

Dios es Amor ¿Qué te parece? Empezar con la bendición del Amor y concluir agradeciendo y descansando en el Amor?

Como diría un amigo, Dios nos creo “todo terreno” y nunca se separa de nosotros, le gusta viajar con nosotros y llevarnos por el camino, la verdad y la vida, hace cantar a los pajaros y lleva la lluvia volando a buenos y malos. Es nuestro eterno compañero y me parece un gusto compartirle nuestras emociones y pensamientos. Es alegre, amable, bondadoso y nos comparte su Amor que nos fortalece. Nos entrega el Shalom que significa paz, bienestar. Jesús tiene esa forma de saludo o despedida entre los Judíos. La palabra shalom ​tiene origen en el idioma hebreo, שלום, y transmite un deseo de salud, armonía, paz interior, calma y tranquilidad para aquel o aquellos a quien está dirigido el saludo.

Te propongo una acción en los 5 minutos al despertarte: Saluda a Dios y medita en todo lo que aprendíste en tus caídas. Dale gracias a Dios y levantate. El domingo, haz el mismo ejercicio pero al ir a recibir al Señor en la Santa Misa.

Y además: Ya para descansar, puedes escuchar el rosario para dormir y acúnate con el Señor, agradece las bendiciones, pide perdón por aquellas acciones, pensamientos u omisiones que hiciste contrariando el Amor. Pide por las necesidades de una persona, recomienda tus necesidades y ruega por las ánimas benditas del purgatorio. Dios te Bendice, acúnate en sus brazos y descansa. El sábado haz el mismo ejercicio en diferentes momentos del día.

Atiende al Amor: «elige la mejor parte, que no te será quitada».

Hojita dominical del 28 de abril del 2019

Domingo de la Divina Misericordia

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  • Dale espacio al amor
  • Se que me equivoque y por eso: Jesús, en ti confío”
  • Ama en la oración
  • Dios de amor, hoy quiero que resucite el amor.
  • ¿Cómo Dios puede ayudarme?
  • Dale espacio al amor

Responsable: Juan Manuel D’Acosta L.
Consejero terapeuta en Misión de Amor.
Consulta por cel/Whatsap +52 1 734-1295-201

Señor, por tu dolorosa pasión ten misericordia.

Señor, Si he de proclamar mi fe, mi esperanza y mi Amor en ti, que eres el Padre Nuestro encarnado en Jesucristo por el Espíritu Santo en la Santísima Virgen. También reconozco que me has llamado y me has bautizado para ser tu cuerpo místico me compartes tu reino y reino contigo. Por el Agua de mi bautizo recibo tu sacerdocio en mi sacerdocio y bendigo, en nombre de tu Santa Trinidad, el agua, los alimentos, el día, el lugar y a las personas. Me compartes tu Espíritu Santo y soy profeta que proclama desde mi espíritu tu Espíritu Santo.

Soy expresión de tu Amor y Amor es lo que en verdad puedo dar. Amor es el camino que puedo continuar. Amor es la vida que puedo entregar. Soy uno en ti y en ti somos hijos del Padre Nuestro con el Espíritu Santo. Somos tu Amor para darle Amor a la vida y, como tu, dar la vida por Amor,

Recordad tu Pasión es más que conmover a nuestro corazón con la gratitud por tu sacrificio, es el tiempo de seguir tus pasos, de enfrentar el temor, de aceptar la voluntad del Padre, de abrazar nuestra cruz y resucitar en la vida y seguir como Dios Manda.

Tus pasos son nuestra guía y te confieso mis errores y debilidades, sé mi fortaleza en mi espíritu:

Ignoré tu deseo de unirnos para celebrar y compartir la Pascua en la Santa Misa.

Dejé de reconocer que te entregas en cuerpo, sangre y divinidad para ser nuestro aliado.

Te traicioné a cambio de orgullo, soberbia, por unas monedas y placeres.

Tu estás entre nosotros como el que sirve y quise que me sirvieras, ser más grande, sin comportarme como el menor, y gobernar, sin ser servidor.

Desprecié la realeza que nos conferiste de ser Hijos del Padre Nuestro.

Estaba dispuesto a ir contigo a donde fuera y te negué

No te reconocí entre los malechores y los pecadores.

No te invoque en oración ante la tentación.

«Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya».

En la angustia y la desesperación hice mi voluntad

Preferí dormir que orar, para no caer en la tentación».

Te entregue a cambio de un beso.

Use la violencia olvidando tu voluntad

Te traté como ladrón de mi tiempo y mi vida.

Te niego tantas veces: “no te conozco”, “no soy tu seguidor”, “No siento Amor”.

Para creerte, te pido que hagas mi voluntad.

Si me respondes, no te creo que eres el Hijo de Dios

Eres Rey de reyes y te ordeno como mi si fueras mi Sirviente.

Si tu enseñanza va contra mi juicio, te expulso de mi conciencia

Dejo que las leyes y gobernantes guíen mi fe sobre ti

Si no me respondes te desprecio y pongo en ridículo

Actúo huyendo de mis temores y no para acercarme a tu Amor

Oh Mis Señor me rehúso a abrazar mi cruz y tu la cargas conmigo.

Me lamento de mi dolor humano y no reconozco tu Dolor Divino por que no compartimos tu Amor.

Me escandalizo que estés con malhechores

«Padre, perdónanos, porque no sabemos lo que hacemos».

Preferimos las vestiduras que mirar tu Espíritu Santo

Continuamos ofendiendo tu amor burlándonos de tu misericordia

No atendemos tu sufrimiento, ni tememos contrariarte.

Tú, con nosotros sufres la misma pena.

«Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino».

Y al reconocerte y pedir tu misericordia tu nos dices «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso».

«Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu»

¿Qué hemos hecho con tu Amor?

Vienes a nuestra vida ¿Como te recibo?

Perdón Señor, por no aceptar y entregar tu Amor entre Nosotros, con mi familia, mis vecinos, la gente que pones en mi camino día a día.

En la verdad soy libre

Señor necesito escucharte y alzarme sobre el ruido:

Concentrarme en el silencio profundo, sin distraerme, preocuparme o pensar que hay algo más importante que estar contigo. Quiero sentir tu presencia en lo más intimo de mi ser, como río de agua viva que corre en mi espíritu para alimentar mi vida.

  • Dios mío. Necesito Escucharte.
  • Quiero darme cuenta cuando trates de decirme algo
  • Quiero darme cuenta de tu consejo y tu corrección
  • Líbrame de mis preocupaciones, para estar atento a tu presencia de amor

Hoy quiero abrazar tu amor en mi cruz, al liberarme con el perdón de todos aquellos errores que cometí, que te ofenden al lastimar tu creación y a mi prójimo como a mi mismo. Pues todos somos uno en tu creación.

Pasión de Nuestro Señor según San Lucas

(22,14-71.23,1-56)

Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo:

«He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios».

Y tomando una copa, dio gracias y dijo: «Tomen y compártanla entre ustedes.

Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios».

Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía».

Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes.

La mano del traidor está sobre la mesa, junto a mí.

Porque el Hijo del hombre va por el camino que le ha sido señalado, pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!».

Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el que iba a hacer eso.

Y surgió una discusión sobre quién debía ser considerado como el más grande.

Jesús les dijo: «Los reyes de las naciones dominan sobre ellas, y los que ejercen el poder sobre el pueblo se hacen llamar bienhechores.

Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor.

Porque, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es acaso el que está a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve.

Ustedes son los que han permanecido siempre conmigo en medio de mis pruebas.

Por eso yo les confiero la realeza, como mi Padre me la confirió a mí.

Y en mi Reino, ustedes comerán y beberán en mi mesa, y se sentarán sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder para zarandearlos como el trigo,

pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos».

«Señor, le dijo Pedro, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y a la muerte».

Pero Jesús replicó: «Yo te aseguro, Pedro, que hoy, antes que cante el gallo, habrás negado tres veces que me conoces».

Después les dijo: «Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalia, ¿les faltó alguna cosa?».

«Nada», respondieron. El agregó: «Pero ahora el que tenga una bolsa, que la lleve; el que tenga una alforja, que la lleve también; y el que no tenga espada, que venda su manto para comprar una.

Porque les aseguro que debe cumplirse en mí esta palabra de la Escritura: Fue contado entre los malhechores. Ya llega a su fin todo lo que se refiere a mí».

«Señor, le dijeron, aquí hay dos espadas». El les respondió: «Basta».

En seguida Jesús salió y fue como de costumbre al monte de los Olivos, seguido de sus discípulos.

Cuando llegaron, les dijo: «Oren, para no caer en la tentación».

Después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba:

«Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya».

Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba.

En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo.

Después de orar se levantó, fue hacia donde estaban sus discípulos y los encontró adormecidos por la tristeza.

Jesús les dijo: «¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren para no caer en la tentación».

Todavía estaba hablando, cuando llegó una multitud encabezada por el que se llamaba Judas, uno de los Doce. Este se acercó a Jesús para besarlo.

Jesús le dijo: «Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?».

Los que estaban con Jesús, viendo lo que iba a suceder, le preguntaron: «Señor, ¿usamos la espada?».

Y uno de ellos hirió con su espada al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha.

Pero Jesús dijo: «Dejen, ya está». Y tocándole la oreja, lo curó.

Después dijo a los sumos sacerdotes, a los jefes de la guardia del Templo y a los ancianos que habían venido a arrestarlo: «¿Soy acaso un ladrón para que vengan con espadas y palos?

Todos los días estaba con ustedes en el Templo y no me arrestaron. Pero esta es la hora de ustedes y el poder de las tinieblas».

Después de arrestarlo, lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote. Pedro lo seguía de lejos.

Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor de él y Pedro se sentó entre ellos.

Una sirvienta que lo vio junto al fuego, lo miró fijamente y dijo: «Este también estaba con él».

Pedro lo negó, diciendo: «Mujer, no lo conozco».

Poco después, otro lo vio y dijo: «Tú también eres uno de aquellos». Pero Pedro respondió: «No, hombre, no lo soy».

Alrededor de una hora más tarde, otro insistió, diciendo: «No hay duda de que este hombre estaba con él; además, él también es galileo».

«Hombre, dijo Pedro, no sé lo que dices». En ese momento, cuando todavía estaba hablando, cantó el gallo.

El Señor, dándose vuelta, miró a Pedro. Este recordó las palabras que el Señor le había dicho: «Hoy, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces».

Y saliendo afuera, lloró amargamente.

Los hombres que custodiaban a Jesús lo ultrajaban y lo golpeaban; y tapándole el rostro, le decían: «Profetiza, ¿quién te golpeó?».

Y proferían contra él toda clase de insultos.

Cuando amaneció, se reunió el Consejo de los ancianos del pueblo, junto con los sumos sacerdotes y los escribas. Llevaron a Jesús ante el tribunal

y le dijeron: «Dinos si eres el Mesías». El les dijo: «Si yo les respondo, ustedes no me creerán, y si los interrogo, no me responderán.

Pero en adelante, el Hijo del hombre se sentará a la derecha de Dios todopoderoso».

Todos preguntaron: «¿Entonces eres el Hijo de Dios?». Jesús respondió: «Tienen razón, yo lo soy».

Ellos dijeron: «¿Acaso necesitamos otro testimonio? Nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca».

Después se levantó toda la asamblea y lo llevaron ante Pilato.

Y comenzaron a acusarlo, diciendo: «Hemos encontrado a este hombre incitando a nuestro pueblo a la rebelión, impidiéndole pagar los impuestos al Emperador y pretendiendo ser el rey Mesías».

Pilato lo interrogó, diciendo: «¿Eres tú el rey de los judíos?». «Tú lo dices», le respondió Jesús.

Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la multitud: «No encuentro en este hombre ningún motivo de condena».

Pero ellos insistían: «Subleva al pueblo con su enseñanza en toda la Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí».

Al oír esto, Pilato preguntó si ese hombre era galileo.

Y habiéndose asegurado de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo envió. En esos días, también Herodes se encontraba en Jerusalén.

Herodes se alegró mucho al ver a Jesús. Hacía tiempo que deseaba verlo, por lo que había oído decir de él, y esperaba que hiciera algún prodigio en su presencia.

Le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió nada.

Entre tanto, los sumos sacerdotes y los escribas estaban allí y lo acusaban con vehemencia.

Herodes y sus guardias, después de tratarlo con desprecio y ponerlo en ridículo, lo cubrieron con un magnífico manto y lo enviaron de nuevo a Pilato.

Y ese mismo día, Herodes y Pilato, que estaban enemistados, se hicieron amigos.

Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, y les dijo: «Ustedes me han traído a este hombre, acusándolo de incitar al pueblo a la rebelión. Pero yo lo interrogué delante de ustedes y no encontré ningún motivo de condena en los cargos de que lo acusan; ni tampoco Herodes, ya que él lo ha devuelto a este tribunal. Como ven, este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte.

Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad».

Pero la multitud comenzó a gritar: «¡Qué muera este hombre! ¡Suéltanos a Barrabás!».

A Barrabás lo habían encarcelado por una sedición que tuvo lugar en la ciudad y por homicidio.

Pilato volvió a dirigirles la palabra con la intención de poner en libertad a Jesús.

Pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!».

Por tercera vez les dijo: «¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro en él nada que merezca la muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad».

Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío se hacía cada vez más violento.

Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo.

Dejó en libertad al que ellos pedían, al que había sido encarcelado por sedición y homicidio, y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos.

Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús.

Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.

Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: «¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.

Porque se acerca el tiempo en que se dirá: ¡Felices las estériles, felices los senos que no concibieron y los pechos que no amamantaron!

Entonces se dirá a las montañas: ¡Caigan sobre nosotros!, y a los cerros: ¡Sepúltennos!

Porque si así tratan a la leña verde, ¿qué será de la leña seca?».

Con él llevaban también a otros dos malhechores, para ser ejecutados.

Cuando llegaron al lugar llamado «del Cráneo», lo crucificaron junto con los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda.

Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Después se repartieron sus vestiduras, sorteándolas entre ellos.

El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: «Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!».

También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: «Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!».

Sobre su cabeza había una inscripción: «Este es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

Pero el otro lo increpaba, diciéndole: «¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él?

Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo».

Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino».

El le respondió: «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso».

Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta las tres de la tarde.

El velo del Templo se rasgó por el medio.

Jesús, con un grito, exclamó: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Y diciendo esto, expiró.

Cuando el centurión vio lo que había pasado, alabó a Dios, exclamando: «Realmente este hombre era un justo».

Y la multitud que se había reunido para contemplar el espectáculo, al ver lo sucedido, regresaba golpeándose el pecho.

Todos sus amigos y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea permanecían a distancia, contemplando lo sucedido.

Llegó entonces un miembro del Consejo, llamado José, hombre recto y justo, que había disentido con las decisiones y actitudes de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios.

Fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.

Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie había sido sepultado.

Era el día de la Preparación, y ya comenzaba el sábado.

Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado.

Después regresaron y prepararon los bálsamos y perfumes, pero el sábado observaron el descanso que prescribía la Ley.