Pensar en tanta gente que HOY entrega su vida por los demás.
Por favor medita, reflexiona y ayudemos a nuestros Sacerdotes Católicos con amor y agradecimiento. Una vez mas….Gracias.
CON CARIÑO, RESPETO Y ADMIRACION PADRE EUGENIO GARCIA SILLERSi es joven, le falta experiencia. Si es viejo, ya debe retirarse.
Si canta mal, se ríen. Si canta bien, es un vanidoso.
Si se alarga en el sermón, es un pesado; si es corto, no sabe qué decir.
Si habla en voz alta, regaña. Si lo hace en tono natural, no se le oye. Si es gordo, come muy bien. Si es delgado, quiere lucirse.
Si es centinela en el confesionario, es un chismoso. Si confiesa aprisa, escuchará pero no oye.
Si visita a los feligreses, nunca está en el despacho. Si no lo hace, es arisco.
Si tiene coche, vive como un rico. Si va a pie, es un antiguo, o peor aún, lo hace para hacer creer que es pobre.
Si pide ayuda, es un pedigüeño. Si no arregla la iglesia, es un abandonado.
Si es conversador aburre; si habla poco, un acomplejado.
Si viste humildemente es un dejado. Si usa desodorante, es presuntuoso.
Si medita, malgasta el tiempo; si no lo hace, es hombre sin piedad. Si oye buena música, un seudo-intelectual; si no lo hace, es un inculto.
Si lo rodean los jóvenes, es para hacerlos trabajar; si son las jóvenes, es para seducir. Si es servicial con los ancianos, es para quedarse con sus bienes; si no lo es, porque es un impaciente.
Si atiende al rico, es por interés. Si es generoso con el pobre, es bolsa rota con el dinero de la comunidad.
Si hace la siesta, es un perezoso; si no la hace, por dónde andará?
Si cumple los horarios, es un intolerante; si no los cumple, es un indisciplinado.
Si habla lenguas, no las pronuncia bien. Si habla una, usa pobre léxico.
Si es afable, es un amanerado. Si es sobrio, es un grosero.
Si así pensamos de un cura «célibe», ¡qué no diríamos siendo casado?!
Y cuándo muera o se vaya, hay quienes le echarán de menos; los otros continuarán con sus piedras tajantes, ¡indiferentes e hipócritas!
Gracias a ese «cura», el tesoro de la Ssma. Eucaristía es generosamente alimento del mundo.