Reflexión dominical mayo 19, 2019
Quinto domingo de Pascua
¿Cómo quitar el Temor?
Responsable: Juan Manuel D’Acosta L.
Un día de ejercicio para tu espíritu
Consejero terapeuta en Misión de Amor.
Consulta por cel/Whatsap +52 1 734-1295-201
El amor no hace mal al prójimo. Por lo tanto, el amor es la plenitud de la Ley.
El temor es la ausencia de Amor, como la sombra es la ausencia de luz y el frío la carencia de
calor. Si el Amor del Padre Nuestro y Jesucristo está presente en el Espíritu Santo que
alienta tu espíritu. Entonces abre la puerta de tu conciencia que es tu espíritu.
Lecturas
Después de haber evangelizado esta ciudad y haber hecho numerosos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de Pisidia.
Libro de los Hechos de los Apóstoles 14,21b-27.
Confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.
En cada comunidad establecieron presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído.
Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia.
Luego anunciaron la Palabra en Perge y descendieron a Atalía.
Allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para realizar la misión que acababan de cumplir.
A su llegada, convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas.Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder.Así manifestarán a los hombres tu fuerza
Salmo 145(144),8-9.10-11.12-13ab.
y el glorioso esplendor de tu reino:
tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre.
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.
Apocalipsis 21,1-5a
Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.
Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos.
El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó».
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas». Y agregó: «Escribe que estas palabras son verdaderas y dignas de crédito.
Después que Judas salió, Jesús dijo: «Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él.
Evangelio según San Juan 13,31-33a.34-35.
Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.
Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mismo que dije a los judíos: ‘A donde yo voy, ustedes no pueden venir’.
Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros.
En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros».