Un ángel

Hoy daré algo que es valioso para mí.

La vida tiene colores y sinsabores, situaciones que en la mía, a veces, no puedo controlar. Quizá mi situación no sea tan difícil como creo, pero me doy cuenta que cuando tengo un sentimiento atrapado que me daña, me arrastra hasta las profundidades de la tristeza, donde todo se ve turbio, donde no se encuentra la salida. En medio de esa situación pueden suceder cosas extrañas, como la que me sucedió a mí.

fusioncielos2015Yo no sé si tú creas en los ángeles, hasta la fecha yo ni siquiera los había considerado. Pero una mañana fría al despertar contrariada por mis pensamientos y sentimientos, cuando sentía que necesitaba de un abrazo y no había nadie humano cerca de mí, apareció de entre mis pensamientos un ángel. Que en ese momento de yo pedir aquel abrazo, extendió unas alas enormes, blancas como las nubes cuando reflejan los rayos del sol. Tal vez fue sólo mi imaginación, pero quiero creer que era mi ángel de la guarda, al cual nunca había tenido en cuenta. De niña mi madre me ponía a rezar por las noches al ángel de la guarda y yo repetía la oración como un loro, pero eso era todo. Parecía como un requisito para acostarse.

Ahora no puedo decir que sé, porque aún no acabo de pensar en aquel momento, pero mi corazón me dice que fue enviado por Dios que se compadeció de mí, porque a Dios no le gusta vernos tristes.

Las cosas extrañas de las que hablo es que además de ese abrazo, el torbellino de mis pensamientos cesó por un momento. Claro, los sentimientos regresaban y regresaban y continué pidiendo a ese ser, que creí era un ángel, que me abrazara y me protegiera de mi misma, de mis pensamientos, de mis resentimientos, y en verdad ¡esos pensamientos dejaban de existir!

Si algún día es triste por algo que sientes, pide un abrazo, y quizá Dios, por medio de tu ángel de la guarda, se haga presente en tu vida, como creo que lo está haciendo en la mía. Pide y te será concedido y así fue, pedí un abrazo para consolar mi corazón y lo recibí.

Maru Barajas