Gracias Señor, tu voluntad es traernos al cielo, guiados por tu Espíritu Santo. Hoy vengo a orar, al dialogar en la oración descubro tu Amor de Padre Nuestro, te escucho en tus palabras de Jesucristo. Al hacer oración con tu evangelio de cada domingo, cultivo en mi semana de vida la enseñanza que nos siembras en nuestro espíritu .
Así pues, Orar también es dialogar para buscar y encontrar el Amor en quien vive o trabaja conmigo. Orar es buscar y encontrar, en mi, el Amor con que me has encarnado en esta tierra Señor. Soy expresión de tu Amor, Soy tu Amor encarnado. Y te he fallado.
Tú has venido a nuestro encuentro para encarnarte en nosotros y seamos tu cirio pascual en la oscuridad y la adversidad, el aliento en la debilidad, la misericordia en el error.
Te pido Señor, que no sea ciego y sordo ni oculte tu presencia.
Por eso Señor, venimos a buscarte y encontrarte . Que escuche en mi corazón la guía de tus palabras, que te acepte para que encarnes tu camino, verdad y vida en mi espíritu, con tu palabra, la Sagrada Comunión. Te lo pido en nombre de Jesucristo tu hijo, Amén.
Contenido
Palabra de Dios
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos».
El les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino;
danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».Jesús agregó: «Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: ‘Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle’, y desde adentro él le responde: ‘No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos’.
Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.
También les aseguro:, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.
¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente?
¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!».
Evangelio según San Lucas 11,1-13.
Por eso, puedo ser feliz en ti, en este día que comienza el resto vida. Iniciarlo escuchando tu palabra, regresando mi consciencia a tu presencia. Descubrir tu misericordia, tu perdón y contemplarme en ti cuando nos entregas el Padre nuestro. Ayúdame a tener mi alma siempre abierta a tu Espíritu Santo. Sea tu luz y sabiduría mi guía para hacer tu voluntad, Amar con el Amor que nos creas y nos arropas en el camino a tu hogar.
Gracias por cada milagro que nos entregas. Todas tus expresiones de Amor son Máximas y me pesa no reconocerlas. Cada noche muestra el Universo de las estrellas que guía al caminante. Cada día despunta el sol alienta a la naturaleza. Cada persona es tu bendición encarnada en la tierra. Cada rocío y tormenta son tu sabiduría para saciar la sed del mundo.
El Milagro de cada día
- Hoy comienza el camino y tu eres el camino presente.
- La vida hoy comienza y tu eres la vida del cielo.
- La verdad Hoy surge pues tú eres la Verdad.
No permitas Señor que oculte este día con los rencores y resentimientos del pasado. No permitas que el temor se apodere de este día y oculte la fe y la esperanza de mirarnos en tu presencia.
Ese día es el único espacio y tiempo donde puedo encontrarte y recibir tu perdón para perdonar y transformar nuestro pasado en bendición y darle rumbo a mi destino, hacia tu Amor. Me insistes en que te reciba mi Cristo de la tercera forma de comunión: que extienda tu Amor a mi prójimo para permitir que tu luz limpie las tinieblas, maldiciones y adversidades al Amor.
Habita el Cielo
Quiero habitar el Cielo, donde estás, donde estoy, especialmente en este día que tu me regalas de camino, verdad y vida para animar mi espíritu con tu Amor.
Guíame Señor, que cada paso sea tu Espíritu Santo la fortaleza en mi debilidad. Tu Cuerpo y Sangre Sacramentado sea mi alimento de Amor para compartir la plenitud tu presencia. En el universo que creaste, descubra el abrazo que me rodea y sostiene con todos y todo. Así comparta tu presencia de Amor que hoy nos das para llevarla a iluminar la adversidad y oscuridad.
Te lo pedimos al Padre en nombre de Jesucristo Nuestro Señor. Amen
Reflexión dominical
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