Cuando me hablaron de un sacerdote que conmovía y atraía a muchas personas por sus homilías, acudí por curiosidad. Y Sí me atrajeron sus palabras Firmes para declarar todo aquello que le parecía contrario a las enseñanzas de Cristo. Era misericordioso en extremo, practicaba la caridad hacia sus feligreses en todas las formas que le era posible. Por su actuar hasta fue acusado, llevando su caso hasta el Vaticano. Quienes nos habíamos identificado con él, lo apoyamos enviando cartas y testimonios de los cambios que habíamos experimentado. Gracias al Dios Compresivo, se hizo justicia y permaneció predicando. Algunos se retiraron y otros decidimos continuar. Así se formó una comunidad muy heterogénea, con personas de diferentes formaciones académicas, culturales y políticas, se percibía una comunidad unida y atenta de sus Homilías. Sin embargo, nuestro Padre Sapientísimo decidió llamarlo a su encuentro y a la comunidad ponerla a Prueba. Como dice el dicho “se llevó al pastor y las ovejas se dispersaron”. Yo creo que el espíritu maligno algo tuvo que ver , pues al nuevo pastor le atribuyeron muchos aspectos negativos y prejuiciosos.
Los que aún estamos, permanecemos con la idea que la comunidad no será disuelta por chismes y rumores; Actualmente estamos viviendo Cambios que nos continúan promoviendo hacia nuestro Maestro Jesús. Somos, como nos lo hace saber el apóstol San Pablo, diferentes miembros de UN solo Cuerpo. Con diferentes formas de exponer su Fe. Diferentes estrategias pero Un MISMO espíritu.
Quién no lo acepte, es que aún no ha entendido el Valiosísimo Privilegio de pertenecer a una comunidad Cristiana. TODOS somos Necesarios. Cuanto más insignificante me sienta, es que tengo que poner Mayor Empeño para participar en su funcionamiento, pues TODOS los miembros Sí podemos ser Salvados.
Guillermo Carvajal V.