Descubre la Bendición del Señor: es el Amor y el Espíritu de tu espíritu
Deja que su bendición, en ti, se exprese y, desde ti, ilumine y anime la vida que te rodea.
Bendice el reino que te comparte el Señor para que seas instrumento de su paz.
Bendice a tu enemigo para que descubras la misericordia del Señor, pues tu eres enemigo que bendice a su enemigo. Que lo transforma en enemigo bendito
Bendice a quien te ofende y extiende la bendición de la misericordia del Señor que tiene con todos.
Si compartes la bendición que el Señor te entrega ¿que puede le faltar a quien está prójimo?.
Abre tus labios y proclama la bendición del Señor, así tu boca se llenará de su presencia.
Mira en tu vida y contempla la bendición de vida que te entrega, que le entrega a todo ser que vive a tu lado.
Contempla mirando la bendición en todo cuanto está presente y te abraza. Mira como el Señor a dispuesto que seas la bendición del espacio y el tiempo que vives. Mirate en la bendición del Señor y mira la bendición del Señor en ti.
Eres bendición del Señor que bendice a la tierra por la que peregrinas. En ti encarna su bendición, eres tu la expresión de su bendición. Cuando sientas la tentación de separar o juzgar, voltea hacia tu espíritu y mira al Espíritu Santo que te alienta a unir en el amor y perdonar. Cuando encuentres el temor ilumina la sombra con la luz que bendice tu existencia.
Repite a tu mente, Dios bendice ¿qué puede faltar? Así reconocé que ya está presente quien satisface en verdad. Observa con cuidado y verás que el Señor quiere que te vaya bien en tus proyectos y guiará tus pasos hacia la plenitud y te mostrará como multiplicar el pan al bendecir tus limitaciones.
Repite a tu corazón, Dios bendice ¿qué puede faltar? Así descubrirás que el amor está anidado en tu corazón y crecerá y dará frutos porque está el Señor que es todo y donde está todo, no hace falta nada.
Repite a tu cuerpo, Dios te bendice ¿qué puede faltar? Así sentirás como el Creador de la vida sopla sobre el barro de tu cuerpo para que expreses su bendición en la salud y en la enfermedad. En el vicio y la sobriedad, en la fornicación y la sensualidad.
Repite a tu prójimo, Dios te bendice ¿qué puede faltar? Así se abrirán tus ojos y miraras que la paz, el amor, la libertad, la compasión también viven en quien está prójimo a ti, a pesar de su violencia, su maledicencia, sus errores, su extravió en el amor. Podrás encontrar la bendición que el Señor ha puesto en tu prójimo, como en ti, desde el día de su concepción y hasta el último aliento. Se paciente y persiste en mirar la bendición del Amor de Dios.
Repite al ambiente, Dios te bendice ¿qué puede faltar? Así sentirás que el Señor te abraza con la brisa suave y te sostiene en la tierra. Descubrirás que puedes contar las hazañas del Señor con la ciencia y describirlas con la poesía. Mirarás la voluntad del Señor en la hoja de un árbol y su silvido en el canto del pajaro o el viento. Sabrás al bendecir el ambiente que se somete al bendecirlo, porque es la cuna del Señor donde te acunas en el sueño de la vida, mientras despiertas en la bendición de los brazos del Señor. Al contemplar al Señor en su creación, mira como te unes con la vida que te rodea y con la que también Dios te bendice
Dios te bendice, acúnate en sus brazos-
Dios te bendice ¿Que te puede faltar? Si aún no le comprendes, retirate a descubrir su bendición en ti, en tu pareja, en tu familia, en tu prójimo, en donde estés
El retiro está basado en descubrir desde el Espíritu Santo la bendición de Cristo en tú y el prójimo. Y unido a Cristo llegar a la presencia del Padre Nuestro.
El retiro es ponerse en contacto con la luz y el consuelo del Espíritu Santo para encarnar el amor del cuerpo Místico en el mundo. Para mira la divina providencia de la Santísima Trinidad
Así verás que la proclamación de la palabra es con la carne. Se predica encarnando la palabra para que la carne sea transformada por el espíritu, para que la tierra descubra la presencia del Espiíritu Santo.
Así como el verbo se hizo carne y habito entre nosotros. Así la misericordia y el amor del verbo se encarna en nosotros para transformar el mundo. Pero esto no será si no permites que te lo revele el Altísimo, dale tu tiempo y espacio, aunque sea en un retiro buscando la inteligencia de Dios
Oración
Señor, haz germinar al Salvador. Rescátanos pues comemos cenizas de rencor. Sentimos el inclemente viento del temor y tenemos por refugio la obscuridad de nuestro egoísmo. Hemos hambreado la tierra y esclavizado al prójimo y a nosotros mismos con nuestras condenas.
En la pena que hemos colaborado haz germinar al Salvador. Dios, eres nuestra bendición y te hemos escondido de nuestra mente y corazón. Solo Tu puedes hacer germinar al Salvador.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amen