Oración para la reconciliación de pareja

Padre Nuestro ante ti somos quienes somos, pues has sido fiel a nosotros en lo próspero y en lo adverso, en la salud y la enfermedad, y nos has amado y respetado. Conoces nuestro pensamiento y sentimientos anidados hasta en lo más profundo de nuestro corazón. Nos amas hasta el extremo de dar la vida por nosotros.

Padre Nuestro creador del cielo y la tierra, de lo visible y lo invisible Todo lo sabes y todo es tuyo y sin embargo esperas pacientemente y con misericordia que te abramos la puerta para ayudarnos a poner en orden nuestra conciencia y retomar el rumbo del amor.

Padre Nuestro en Cristo, quiero reconciliarme contigo antes que a nadie: Te pido me perdones por no ponerte en primer lugar, amándote sobre todas las cosas. Tú eres el amor, origen, camino y destino de nuestra vida. Perdóname por olvidar amar. Perdóname por juzgar el bien y el mal y condenar y condenarme en mis juicios y justificaciones. Y hacerme esclavo de mis propias razones, como si todo lo supiera, como si conociera lo visible y lo invisible. Como si mi nombre fuera santificado. Perdóname por preferir el mundo al paraíso de tu amor. Perdóname por no cerrar mi puerta aunque fueran 10 minutos al día, para dialogar contigo.

Padre Nuestro clamo a tu Espíritu Santo, dame tu perdón para mirarme con el amor que me creaste y perdonarme por aquellos juicios que profería, por aquello que maldecía, por aquello que dejé de bendecir, por esa palabra que oculte, por esa ternura que detuve, por esa piedad que escondí, por esa soberbia y vanidad con que cubría la luz de tu amor en mí y en mi prójimo. Perdóname pues quiero perdonarme y transformar mis debilidades, mis defectos, mis ofensas, mis juicios en una bendición. Quiero bendecirme y bendecir a mi prójimo.

Padre Nuestro, Dios trino y uno, dame tu perdón para pedirle el perdón a mi prójimo, a mi pareja, pues también es tu amor mi prójimo. Ayúdame a perdonarle cualquier ofensa, de palabra, obra o de omisión. A quitar mis juicios, sentencias y castigos que le he impuesto y que me han esclavizado, nos han esclavizado y hemos perdido la libertad donde decidimos por el amor y así nos responsabilizamos de nuestros errores y aciertos. Ayúdame a descubrir el amor junto con mi pareja, para que reconciliados tú y nosotros limpiemos maleza, cochambre, tizne, resentimientos y rencores y caminemos en tu amor, hasta el fin de los tiempos.

En nombre de Jesucristo con tu Espíritu Santo te pido Padre Nuestro por esta reconciliación y ruego a Santa María Virgen, a los ángeles y a los Santos que intercedan por nosotros ante Dios nuestro Señor.

AMEN

ORACIÓN BREVE

Oh Jesús, a través de tu compasión, enséñanos a perdonar desde el amor, enséñanos a olvidar desde la humildad.

Ayúdanos a examinar nuestro corazón y a ver si hay alguna herida no perdonada, o alguna amargura sin olvido.

Permite que el Espíritu Santo penetre en mi espíritu y remueva todo rastro de enojo.

Derrama tu amor, paz y alegría en nuestros corazones, en proporción a nuestro vacío de propia complacencia, vanidad, ira y ambición .

Ayúdanos a cargar con ánimo la Cruz de Cristo.

Amén

Responsable de la publicación:
Juan Manuel D’Acosta López
Consejero Terapeuta en Misión de Amor

Rosario para la reconciliación de la pareja

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50 meditaciones enfocadas a la reconciliación de pareja.

¿Cuál es el rumbo de tu vida…?

cual es el rumbo de tu vida

Trabajar… estudiar, tener familia, tener dinero… amar

Cada día detente unos minutos para meditar y contemplar en oración…el rumbo de tu vida

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

Señor Dios, quiero ser dócil a Dios, dejarte obrar, que se haga tu divina voluntad. Te busco Señor en el Espíritu Santo que une al Padre Nuestro con Jesús está en mi…

Acepta

Te busco para aceptar la presencia de tu Amor en mi

Te busco para aceptar mi presencia en tu Amor

Te busco como un pequeño que llama a su padre en la oscuridad de un bosque

Padre Dios, Padre en Jesús nuestro Señor, Padre Nuestro, Padre en el Espíritu Santo que nunca me abandonas, que estoy en tu presencia. Que estas presente en mi.

Padre de Amor eterno, me miro en tu amor eterno.

Tu Amor es mi origen, eres mi creador. Eres la voluntad que me encarna, me guía, fortalece, consuela, protege, me sana y corrige mis errores. Soy el motivo de tu misericordia.

Tu Amor sólo quiere llevarme por el camino hacia tu plenitud. Señor me amas. Acepto que me amas. Acepto que me has entregado la misión de Amar con el Amor que me das y me sostiene en verdad.

Acepto que soy tu Amor y tu Amor es verdad y la verdad está en mí. En la verdad soy libre, la libertad del Amor está en mi. Decido por el camino, la verdad y la vida del Amor.

Dios mío, soy expresión de tu Amor, alma encarnada en esta tierra. Soy semilla de tu Amor sembrada en esta tierra para transformar tu creación con Amor.

Así como la misión de la semilla es transformar la tierra y crecer hasta florecer, dar frutos y ser el instrumento para entregar más semillas a la tierra

Así has sembrado conmigo y en mi tu semilla de Amor. Amor es lo que en verdad puedo dar, en verdad soy libre y en verdad soy un Amor. Soy libre cuando decido con tu Amor.

Señor, eres el sembrador, te entrego mis debilidades para que me fortalezcas.

Te entrego las heridas de mi pasado para que las sanes con el perdón con que me cultivas, para que sanes mis resentimientos y deseos vanos de venganza.

Entrego a tu perdón mis ofensas y las ofensas que recibí, me apropié y cultive como cizaña y espino, Ofensas que ahogan y sofocan tu amor, tu cultivo. Te confío a tu misericordia: mi maleza, mis desvíos, resentimientos y heridas del pasado

Jesús, te confío a tu misericordia también los juicios que me esclavizan, pues soy víctima, juez y verdugo atenta a que se cumpla cada letra de mi sentencia, que se enredan en mi crecimiento.

Jesús, te confío a tu misericordia los pensamientos que me inquietan, los celos que me enferman, los temores que me paralizan y deprimen. Que interfieren la altura y profundidad que tu esperas que alcance en tu Amor

Jesús, te confío a tu misericordia mi imaginación que me provoca ansiedad y los sueños que ocultan la paz con que me nutres.

Cuando siento paz descubro la presencia de tu Amor. Descubro mi espíritu enamorado de tu Espíritu Santo.

Sabes Señor yo creo que mi espíritu es como el pesebre donde te acunas, donde se anida tu Amor de Dios. Así, también en, mi se anida la plenitud de la purísima concepción de la Santísima Virgen María, la alegría de San José, la paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

Mi espíritu es el pesebre donde estás tu, donde se encarna el Amor. Donde descubres que mi misión es acunar el Amor, que mi origen es la voluntad del Amor de Dios.

Cuando miro el pesebre de mi espíritu miro el camino del Amor de Dios, me miro en la voluntad de Dios y miro la voluntad de Dios en mi.

En el pesebre de mi espíritu está mi destino, pues estar presente en el Amor de Padre Nuestro es mi destino. Cuando en mi pesebre contemplo, el rumbo de mi destino veo que recibir a Jesús es la voluntad de Dios. El Amor en Jesús me muestra que el destino de toda humanidad es vivir el Amor en la casa del Padre Nuestro, en su creación, en todo lo visible e invisible, en su reino, en su voluntad.

Quiero mirar mi pesebre, quiero detener mis pensamientos que juzgan, condenan y separan. Pues en el pesebre está la misericordia que nos une y nos guía. En el pesebre recibo al Espíritu Santo que me habla. Está presente y mi presencia escucha el Espíritu Santo. Tu Espiritu Santo de Amor está recostado en mi y colma mi hambre y fortalece mi debilidad, consuela y remedia mi duelo, perdona mi ofensa y transforma con misericordia mis errores en bendición, sana mi malestar que contraría el bienestar del Amor.

Quiero mirar mi pesebre:

Apaciguo mi cuerpo con una posición cómoda para que no observe mi tu cuerpo… Espalda recta, plantas de los pies bien apoyadas, manos sobre las piernas… que se relaje, se afloje, se apacigüe.

Apaciguo mi mente pidiéndole que sólo invoque a Jesús y en Jesús confíe. Que sólo diga mentalmente: “Jesús en ti confío”

Apaciguo mis emociones respirando suave y profundamente como el mar calmo que llega a la playa. Al inhalar invoco diciendo Jesús y el exhalar confío.

  • Tomo aire: Jesús…
  • Suelto el Aire: en ti confió…
  • Dejo pasar el ruido sin prestarle atención.
  • Dejo pasar los pensamientos sin detenerme a observarlos.
  • Dejo pasar el dicho de las personas, sin juzgar.
  • Dejo de pensar en mis sueños
  • Apaciguo mi imaginación
  • Me miró presente en la voluntad del Amor.
  • Dejo de entretenerme en el mundo para presenciar la gloria del Amor de Dios. Para aceptar que estoy presente en la gloria del Amor y la voluntad de Dios.
  • Asienta tu consciencia en el pesebre donde el Amor de Dios se acuna, te bendice y se anida en ti.
  • “Jesús en ti confío” mi pesebre a tu Amor
  • “Jesús en ti confío” la paz
  • “Jesús en ti confío” mi voluntad de Dios
  • “Jesús en ti confío” mis proyectos.

Dile como la Santísima Virgen María “hágase tu voluntad…” para que se construyas proyectando desde Dios, desde la voluntad del Amor.

¿quién como Dios? Dios creador, Dios hecho humanidad, Dios enamorado de la humanidad

“Jesús en ti confío” el ruido, confío a tu voluntad el ruido que me aparta

“Jesús en ti confío” el ruido de mis preocupaciones sobre lo que pasará, confío que estas presente con Jesús

“Jesús en ti confío” el ruido de mis heridas y resentimientos

“Jesús en ti confío” la ofrenda del ruido de las molestias y padecimientos de mi cuerpo.

“Jesús en ti confío” lo que dice la gente

“Jesús en ti confío” lo que piden

“Jesús en ti confío” lo que juzgan

“Jesús en ti confío” lo que ofenden.

“Jesús en ti confío” las almas de mis difuntos y de las ánimas del purgatorio por quienes pueda interceder, dales a luz perpetua, que descansen en paz

“Jesús en ti confío” la maleza que he aceptado.

“Jesús en ti confío”La maldad que he realizado

“Jesús en ti confío” el egoísmo que he preferido alimentado.

“Jesús en ti confío” Que mis errores contra el amor no sean un muro que me separa del pesebre de tu Amor.

“Jesús en ti confío” Que mis errores y debilidades sea lo que me une a ti.

Creo en tu misericordia con la que esperas crear en mi

Tu misericordia Señor cree en mi

Tu misericordia está presente en mi pesebre para quitar los límites de tu egoísmo

Tu misericordia esta presente en mí para que comulgue con el Padre que es nuestro.

Tu Misericordia me ve. Pues siempre estás presente pues no eres ajeno a su creación

Me miras con Misericordia. Miro como se manifiesta tu misericordia y te acercas a mi, me abrazas, me tocas y tocas lo que me toca, caminas en mi camino, vives en mi vida.

Tu Misericordia viene a mi encuentro antes que mi nacimiento, antes que yo te búsque.

Me observas con misericordia. Eres Cristo que me observa y parece estar en silencio porque mi soberbia, mi egoísmo, mi aislamiento, mi vanidad… cubren tus observaciones

Quiero permitir que Dios exprese en mi sus observaciones… Su divina voluntad

Quiero su expresión de Amor en mi locura mundana

Quiero su expresión de Amor en la oscuridad del duelo

Quiero su expresión de Amor en la miseria y el error

Quiero su expresión de Amor en cualquier decisión

¡Quiero a tu Espíritu Santo en mi!

Tu Espíritu Santo en mi, invoca el Amor del Padre Nuestro

Tu Espíritu Santo en mi, es el Amor que me une al Padre Nuestro con la humanidad de Jesús.

Tu Espíritu Santo en mi, es el Amor que une la humanidad con Jesús.

Tu Espíritu Santo en mi, invoca la humanidad de Jesús.

Tu Espíritu Santo en mi Ilumina… mi historia, mis debilidades, mi camino, con tu infinito Amor

Tu Espíritu Santo en mi es el Amor de Dios que me cuida, me guía y me cuida.

Tu Espíritu Santo en mi Ilumina el mundo que habito.

Tu Espíritu Santo en mi es la presencia que aguarda, silenciosa y callada que entregue mi débil voluntad

Tu Espíritu Santo en mi espera para que me aceptes en la Creación de Amor

Tu Espíritu Santo en mi confía que confiarás en su voluntad.

Tu Espíritu Santo en mi es el Padre Nuestro que quiere que te decidas decidas a recibir en Cristo el abrazo de Amor

Tu Espíritu Santo en mi es un encuentro intimo con Dios.

Somos un cuerpo en Cristo

Alma Mía, si alguna vez te sentiste aislada del mundo y la desolación tocó a tu consciencia es porque olvidaste que en Cristo somos un sólo cuerpo. Acaso tu brazo se deprime porque la pierna camina lejos de este. El ojo discute con el ojo y se aísla porque tienen punto conocen la palabra de forma diferente. Mírate en la creación de Dios, mira la creación en ti, mira al Padre Creador en ti, mírate en el Padre Nuestro, mírate en Cristo y mira a Cristo en ti y en tu prójimo. Ha venido Cristo para que seamos un cuerpo y estemos unidos en su Espíritu Santo.

Únete en consciencia en el Cuerpo de Cristo que se entrega en el sacrificio de la Santa Misa, únete en el Espíritu Santo en comunión espiritual. une tu consciencia de que en el prójimo está la oportunidad de recibir a Cristo, que, como diría Santa Teresita: «se viste de pobre para tendernos la mano.

Juan Manuel D’Acosta López
Consejero Terapéuta en Misión de Amor
Consulta cel./Whatsapp +52 1 734-1295-201

Domingo de Pentecostés

El Espíritu Santo está presente en ti. Deja que guíe tu espíritu. Que tu espíritu gobernará a tu mente, emociones, cuerpo el dicho de la gente, la imaginación y los sueños, en cada pensamiento palabra y obra.

¿Quien es mejor referencia para tu pensamiento? un gran pensador o aquél que nació hace más de 2000 años, cambió el rumbo de la historia, el calendario y está apoyado en el Amor.

¿A quien seguirás como maestro? al que estudio en las mejores universidades del mundo o a aquél que creo el universo.

¿Quien viene a tu encuentro en la salud y la adversidad, en lo prospero y en lo adverso? ¿Quien te ama hasta dar la última gota de su sangre porque descubras el Amor y te levantes del temor y la parálisis?

Solo hay una forma de negar el Amor del Padre Nuestro, desconociendo a su Espiritu Santo encarnado en Cristo y heredado por Cristo a la humanidad.

¡Basta de vanidad! Dios es y Basta, permite que tu consciencia descubra la presencia de su Espíritu Santo y deja de estar aislándote de la creación de Amor.

Boletín del Domingo de Pentécostes 9 de Junio 2019

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junio-9-2019

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.
De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban.
Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.
Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo.
Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.
Con gran admiración y estupor decían: «¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos?
¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua?
Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor,
en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma,
judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios».

Libro de los Hechos de los Apóstoles 2,1-11.

¡Bendice al Señor, alma mía:
¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
¡Qué variadas son tus obras, Señor!
la tierra está llena de tus criaturas!

Si les quitas el aliento,
expiran y vuelven al polvo.
Si envías tu aliento, son creados,
y renuevas la superficie de la tierra.

¡Gloria al Señor para siempre,
alégrese el Señor por sus obras!
que mi canto le sea agradable,
y yo me alegraré en el Señor.

Salmo 104(103),1ab.24ac.29bc-30.31.34.

Hermanos:
Los que viven de acuerdo con la carne no pueden agradar a Dios.
Pero ustedes no están animados por la carne sino por el espíritu, dado que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo no puede ser de Cristo.
Pero si Cristo vive en ustedes, aunque el cuerpo esté sometido a la muerte a causa del pecado, el espíritu vive a causa de la justicia.
Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en ustedes, el que resucitó a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales, por medio del mismo Espíritu que habita en ustedes.
Hermanos, nosotros no somos deudores de la carne, para vivir de una manera carnal.
Si ustedes viven según la carne, morirán. Al contrario, si hacen morir las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.
Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abba!, es decir, ¡Padre!
El mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con él.

Carta de San Pablo a los Romanos 8,8-17.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos.
Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes:
Jesús le respondió: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él.
El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»

Evangelio según San Juan 14,15-16.23b-26.

Nuestra oración

Por Rosa Maria Serrano

Orar es conversar con Dios personalmente, es comunión con ÉL, comunión para la cual fuimos creados. Orar es dar gracias, pedir, pero con nuestras propias palabras como cuando hablamos con un gran amigo y le platicamos.

Dios es magnífico, es grande, y absolutamente soberano, por lo que debemos orar de acuerdo con la voluntad de Dios, y su respuesta debemos de aceptarla.

Sigue leyendo «Nuestra oración»

¿Que si te quiere? ¡Siempre! Eres su Amor

Alma mía el Señor está contigo pero has olvidado estar con el Señor. Has buscado respuestas en hombres que miran las estrellas. Has seguido a hombres que, cegados por su soberbia, quieren ser guía del pueblo extraviado. Acaso no te han dicho que: “si lo deseas con fuerza te será concedido”, olvidando anticipar que “primero Dios, lo que deseas te será concedido”.

Has conocido personas que dicen conocer los secretos ocultos para la felicidad, olvidando que el Señor nunca se oculta y el gozo es uno de tantos frutos y regalos de su Espíritu.

Alma mía, somos uno en el Señor y e l Señor está con nosotros, su Espíritu Santo es el Espíritu de nuestro espíritu. El Señor no se abandona a si mismo pues somos su cuerpo místico extendiendo su Misión de Amor, de encarnar su amor en esta tierra. Somos enviados y olvidamos a quien nos encarna, nos sostiene, guía, consuela y nos espera al final de la jornada.

Jesús mismo nos lo dice en el Evangelio según San Mateo (10,16-23).

Jesús dijo a sus apóstoles:

«Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.

Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.

A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.

Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento,

porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.

El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.

Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.

Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.»

Alma mía el Jesús nos habla del Espíritu de nuestro espíritu, el mismo que relata Afraates (¿-c. 345), monje, obispo cerca de Mossul en su Disertaciones, nº 21

Y nos enseñó también: “Cuando os harán comparecer ante los jefes, los magistrados y los reyes del mundo, no os preocupéis por lo que diréis, o como debéis responder: soy yo quien os dará un lenguaje y una sabiduría tal que vuestros adversarios no os podrán vencer, porque no soy vosotros quienes hablaréis, sino que el Espíritu de vuestro Padre será quien hablará por vosotros”.

Es este Espíritu el que, por boca de Jacob ha hablado a Esaú, su perseguidor; es el Espíritu de sabiduría que ha hablado al Faraón por boca de José perseguido; es el Espíritu quien, por boca de Moisés, ha hablado en todos los milagros que éste hizo en el país de Egipto…; es este el Espíritu el que cantaba por boca de David perseguido para apaciguar a Saúl, su perseguidor, del mal espíritu ; es de este Espíritu que había sido revestido a Elías, con el que dio una reprimenda a Jezabel y a Acab su perseguidor…; es este Espíritu el que ha reconfortado a Jeremías y le hizo mantenerse audazmente firme, para corregir a Sedecías; es el Espíritu que ha guardado a Daniel y a sus hermanos en el país de Babilonia; este mismo Espíritu es el que ha salvaguardado a Mardoqueo y a Ester en el país donde vivían cautivos.

2015-06-11 19.38.07

Acepta el Espíritu del Señor alma mía, la mayor seguridad que puedes tener es que el Espíritu del Señor siempre está presente, está contigo, nada te ocupe más importante que seguir su inteligencia como en los mártires, confesores y perseguidos: Abel, Jacob, José, Moisés, Josué, Jefté, Sansón, Gedeón y Barac, David, Samuel, Ezequías, Elías, Eliseo, Miqueas, Jeremías, Daniel, Ananías y sus hermanos, Judas Macabeo y sus hermanos… .