- Frutos retiro del 13 nov al Acicintli » BUSCANDO A DIOS por Internet
Una de las personas que llegó al retiro del día Sábado 13 de Noviembre, nos comparte que llegó hasta Misión de Amor luego de teclear en algún buscador : “buscando a Dios”. Esa frase fue el inicio de su retiro semanas antes, cuando descubría en su vida problemas que parecían no tener solución y recurrió al único que nos ayuda siempre: “Dios”.
El Centurión que le pide a Jesús sane a su estimado criado diciéndole: con una sola palabra suya sanará. (Mateo 8. 5-10) y en momentos difíciles es lo que buscamos desesperadamente: sanar ese dolor, tener la respuesta a ese acontecimiento que nos quita la paz, la vida y probablemente la salud, recuperar lo que sabemos perdido “el amor” todo se resume a eso. En esta búsqueda, retirados, Dios nos llevó por caminos que ni siquiera imaginamos y que serían la respuesta a las preguntas que se plantea nuestro corazón-
Iniciamos el retiro visitando a “El Santísimo” en el Sagrario. Ahí platicamos unos minutos con El, encomendándole este retiro, leímos el evangelio del domingo y salimos a un lugar llamado el Acicintli , en donde hay un río. Caminamos por la ribera durante algún tiempo, y nos detuvimos a meditar en el evangelio que decía “Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes”- De esta forma, entre el correr del río a nuestros pies , el viento acariciándonos, el sol con su luz y calor y “El Santísimo” en nuestra compañía , me sentí aquietada al saber y sentir que sólo tengo que fluir ante la vida , de la misma forma que el río. Así sin quererla detener. Que si actúo con base al amor nadie podrá juzgarme y si aun así lo hicieran yo estaría tranquila y en paz porque Dios me daría en el momento justo las palabras adecuadas y no tendré que pelear con nadie para defenderme, porque nadie me podrá dañar, como no se puede dañar el agua que fluye.
De regreso, miré dentro del grupo unos ojos que habían llorado, pero que también reflejaban esperanza y ánimo de continuar en el camino, de no detenerse, de querer mirar hacia el amor. Los caminos de Dios son extraños. “Buscando a Dios“ por Internet, el corazón encontró la paz – De regreso nos despedimos con un abrazo y unas mandarinas para el camino.
Quizá nunca nos volvamos a encontrar en la vida, pero que en este retiro encontró el amor de Dios.