Oración de liberación espiritual

Ruego por recibir la Gracia de poder encontrar las palabras, y la fortaleza interior, para alcanzar y llegar a la Presencia de Dios; para formar mis labios y mi corazón, y así encontrar a Dios en una plegaria que sólo mi corazón puede pronunciar, y en un canto que sólo mi alma puede cantar en libertad. Sigue leyendo «Oración de liberación espiritual»

¿Cómo revivir el amor?

Señor, tu sabes que el amor siempre está presente en nosotros, pues el amor es tu presencia, la esencia que nos compartes, el camino por donde nos guías y el destino que nos señalas. Y en mi pareja veo que ese destello de amor se oculta tras barreras de resentimientos, rencores, preocupaciones y temores del futuro. Quiero mirar el amor en mi pareja. Sigue leyendo «¿Cómo revivir el amor?»

Anima la tristeza de mi alma

Señor te pido perdón por entristecer mi alma, desganándola para evitar transformar con la compasión las ofensas y deudas que recibo y hago. Perdón por evadir privarme de los placeres carnales. Perdón Señor por dejar que la pereza guíe mi alma y la rodee de pensamientos agrios y ácidos para no responder a la caridad que has puesto en mi corazón. Perón por paralizar el amor de mi alma apartándola de la energía de tu amor y paz enfermando con mi egoísmo la salud eterna del alma. Perdón por descuidar notablemente las obligaciones y deberes que el espíritu necesita para crecer y entregarme a los caprichos de mis pasiones sin deseo de cambiar el rumbo de mi vida hacia tu luz y misericordia Sigue leyendo «Anima la tristeza de mi alma»

EL CUARTO REY MAGO

Cuenta una leyenda rusa que fueron cuatro los Reyes Magos.

El zigurat de Borsippa, con sus altos muros y siete pisos, era el punto de encuentro de los cuatro reyes e inicio de la travesía conjunta. Hacia allí acudía Artabán, con un diamante protector de la isla de Méroe, un pedazo de jaspe de Chipre, y un fulgurante rubí de las Sirtes como triple ofrenda al Niño Dios, cuando topó en su camino un viejo moribundo y desahuciado por bandidos: interrumpió el rey su viaje, curó sus heridas y le ofreció el diamante al viejo como capital para proseguir el camino. Llegado a Borsippa, sus compañeros de viaje habían partido.

Continuó en soledad en pos de su destino, pero arribado a Judea, no encontró ni a los Reyes ni al Redentor, sino hordas de soldados de Herodes degollando a recién nacidos: a uno de ellos, que con una mano sostenía a un niño y en la otra blandía afilada espada, ofrece el rubí destinado al Hijo de Dios a cambio de la vida del niño. En esta actitud es sorprendido: es apresado y encerrado bajo llave en el palacio de Jerusalén.

Sigue leyendo «EL CUARTO REY MAGO»