Entrega
Señor, eres el sembrador, te entrego mis debilidades para que me fortalezcas.
Te entrego las heridas de mi pasado para que las sanes con el perdón con que me cultivas, para que sanes mis resentimientos y deseos vanos de venganza.
Entrego a tu perdón mis ofensas y las ofensas que recibí, me apropié y cultive como cizaña y espino, Ofensas que ahogan y sofocan tu amor, tu cultivo. Te confío a tu misericordia: mi maleza, mis desvíos, resentimientos y heridas del pasado
Jesús, te confío a tu misericordia también los juicios que me esclavizan, pues soy víctima, juez y verdugo atenta a que se cumpla cada letra de mi sentencia, que se enredan en mi crecimiento.
Jesús, te confío a tu misericordia los pensamientos que me inquietan, los celos que me enferman, los temores que me paralizan y deprimen. Que interfieren la altura y profundidad que tu esperas que alcance en tu Amor
Jesús, te confío a tu misericordia mi imaginación que me provoca ansiedad y los sueños que ocultan la paz con que me nutres.
