Recibe en tu pesebre
Cuando siento paz descubro la presencia de tu Amor. Descubro mi espíritu enamorado de tu Espíritu Santo.
Sabes Señor yo creo que mi espíritu es como el pesebre donde te acunas, donde se anida tu Amor de Dios. Así, también en, mi se anida la plenitud de la purísima concepción de la Santísima Virgen María, la alegría de San José, la paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
Mi espíritu es el pesebre donde estás tu, donde se encarna el Amor. Donde descubres que mi misión es acunar el Amor, que mi origen es la voluntad del Amor de Dios.
Cuando miro el pesebre de mi espíritu miro el camino del Amor de Dios, me miro en la voluntad de Dios y miro la voluntad de Dios en mi.
En el pesebre de mi espíritu está mi destino, pues estar presente en el Amor de Padre Nuestro es mi destino. Cuando en mi pesebre contemplo, el rumbo de mi destino veo que recibir a Jesús es la voluntad de Dios. El Amor en Jesús me muestra que el destino de toda humanidad es vivir el Amor en la casa del Padre Nuestro, en su creación, en todo lo visible e invisible, en su reino, en su voluntad.
Quiero mirar mi pesebre, quiero detener mis pensamientos que juzgan, condenan y separan. Pues en el pesebre está la misericordia que nos une y nos guía. En el pesebre recibo al Espíritu Santo que me habla. Está presente y mi presencia escucha el Espíritu Santo. Tu Espiritu Santo de Amor está recostado en mi y colma mi hambre y fortalece mi debilidad, consuela y remedia mi duelo, perdona mi ofensa y transforma con misericordia mis errores en bendición, sana mi malestar que contraría el bienestar del Amor.
Quiero mirar mi pesebre:
Apaciguo mi cuerpo con una posición cómoda para que no observe mi tu cuerpo… Espalda recta, plantas de los pies bien apoyadas, manos sobre las piernas… que se relaje, se afloje, se apacigüe.
Apaciguo mi mente pidiéndole que sólo invoque a Jesús y en Jesús confíe. Que sólo diga mentalmente: “Jesús en ti confío”
Apaciguo mis emociones respirando suave y profundamente como el mar calmo que llega a la playa. Al inhalar invoco diciendo Jesús y el exhalar confío.
- Tomo aire: Jesús…
- Suelto el Aire: en ti confió…
- Dejo pasar el ruido sin prestarle atención.
- Dejo pasar los pensamientos sin detenerme a observarlos.
- Dejo pasar el dicho de las personas, sin juzgar.
- Dejo de pensar en mis sueños
- Apaciguo mi imaginación
- Me miró presente en la voluntad del Amor.
- Dejo de entretenerme en el mundo para presenciar la gloria del Amor de Dios. Para aceptar que estoy presente en la gloria del Amor y la voluntad de Dios.
- Asienta tu consciencia en el pesebre donde el Amor de Dios se acuna, te bendice y se anida en ti.
- “Jesús en ti confío” mi pesebre a tu Amor
- “Jesús en ti confío” la paz
- “Jesús en ti confío” mi voluntad de Dios
- “Jesús en ti confío” mis proyectos.
Dile como la Santísima Virgen María “hágase tu voluntad…” para que se construyas proyectando desde Dios, desde la voluntad del Amor.
¿quién como Dios? Dios creador, Dios hecho humanidad, Dios enamorado de la humanidad
“Jesús en ti confío” el ruido, confío a tu voluntad el ruido que me aparta
“Jesús en ti confío” el ruido de mis preocupaciones sobre lo que pasará, confío que estas presente con Jesús
“Jesús en ti confío” el ruido de mis heridas y resentimientos
“Jesús en ti confío” la ofrenda del ruido de las molestias y padecimientos de mi cuerpo.
“Jesús en ti confío” lo que dice la gente
“Jesús en ti confío” lo que piden
“Jesús en ti confío” lo que juzgan
“Jesús en ti confío” lo que ofenden.
“Jesús en ti confío” las almas de mis difuntos y de las ánimas del purgatorio por quienes pueda interceder, dales a luz perpetua, que descansen en paz
“Jesús en ti confío” la maleza que he aceptado.
“Jesús en ti confío”La maldad que he realizado
“Jesús en ti confío” el egoísmo que he preferido alimentado.
“Jesús en ti confío” Que mis errores contra el amor no sean un muro que me separa del pesebre de tu Amor.
“Jesús en ti confío” Que mis errores y debilidades sea lo que me une a ti.
