Permíteme sentirme en paz conmigo mismo/a y mi sexualidad

«Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero»( Juan 21:15-19). Hay tantas cosas que me separan de ti y que están influyendo en mi vida, quiero estar contigo, quiero detenerme y platicarte como Padre e hij@. Hacer esta pausa y permitirte que guíes mis decisiones en este preciso momento.

Sana mi corazón y mi alma de las heridas emocionales que me llevan a buscar consuelo en el sexo

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Oración para la reconciliación de pareja

Padre Nuestro ante ti somos quienes somos, pues has sido fiel a nosotros en lo próspero y en lo adverso, en la salud y la enfermedad, y nos has amado y respetado. Conoces nuestro pensamiento y sentimientos anidados hasta en lo más profundo de nuestro corazón. Nos amas hasta el extremo de dar la vida por nosotros.

Padre Nuestro creador del cielo y la tierra, de lo visible y lo invisible Todo lo sabes y todo es tuyo y sin embargo esperas pacientemente y con misericordia que te abramos la puerta para ayudarnos a poner en orden nuestra conciencia y retomar el rumbo del amor.

Padre Nuestro en Cristo, quiero reconciliarme contigo antes que a nadie: Te pido me perdones por no ponerte en primer lugar, amándote sobre todas las cosas. Tú eres el amor, origen, camino y destino de nuestra vida. Perdóname por olvidar amar. Perdóname por juzgar el bien y el mal y condenar y condenarme en mis juicios y justificaciones. Y hacerme esclavo de mis propias razones, como si todo lo supiera, como si conociera lo visible y lo invisible. Como si mi nombre fuera santificado. Perdóname por preferir el mundo al paraíso de tu amor. Perdóname por no cerrar mi puerta aunque fueran 10 minutos al día, para dialogar contigo.

Padre Nuestro clamo a tu Espíritu Santo, dame tu perdón para mirarme con el amor que me creaste y perdonarme por aquellos juicios que profería, por aquello que maldecía, por aquello que dejé de bendecir, por esa palabra que oculte, por esa ternura que detuve, por esa piedad que escondí, por esa soberbia y vanidad con que cubría la luz de tu amor en mí y en mi prójimo. Perdóname pues quiero perdonarme y transformar mis debilidades, mis defectos, mis ofensas, mis juicios en una bendición. Quiero bendecirme y bendecir a mi prójimo.

Padre Nuestro, Dios trino y uno, dame tu perdón para pedirle el perdón a mi prójimo, a mi pareja, pues también es tu amor mi prójimo. Ayúdame a perdonarle cualquier ofensa, de palabra, obra o de omisión. A quitar mis juicios, sentencias y castigos que le he impuesto y que me han esclavizado, nos han esclavizado y hemos perdido la libertad donde decidimos por el amor y así nos responsabilizamos de nuestros errores y aciertos. Ayúdame a descubrir el amor junto con mi pareja, para que reconciliados tú y nosotros limpiemos maleza, cochambre, tizne, resentimientos y rencores y caminemos en tu amor, hasta el fin de los tiempos.

En nombre de Jesucristo con tu Espíritu Santo te pido Padre Nuestro por esta reconciliación y ruego a Santa María Virgen, a los ángeles y a los Santos que intercedan por nosotros ante Dios nuestro Señor.

AMEN

ORACIÓN BREVE

Oh Jesús, a través de tu compasión, enséñanos a perdonar desde el amor, enséñanos a olvidar desde la humildad.

Ayúdanos a examinar nuestro corazón y a ver si hay alguna herida no perdonada, o alguna amargura sin olvido.

Permite que el Espíritu Santo penetre en mi espíritu y remueva todo rastro de enojo.

Derrama tu amor, paz y alegría en nuestros corazones, en proporción a nuestro vacío de propia complacencia, vanidad, ira y ambición .

Ayúdanos a cargar con ánimo la Cruz de Cristo.

Amén

Responsable de la publicación:
Juan Manuel D’Acosta López
Consejero Terapeuta en Misión de Amor

Rosario para la reconciliación de la pareja

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50 meditaciones enfocadas a la reconciliación de pareja.

Llaman las campanas a misa

Primera llamada

Llaman las campanas a la Santa Misa por primera vez, a la asamblea, a reunirse. Algunos se preparan, en la primera de tres llamadas, a cumplir el compromiso que manda. Hay quienes añoran ir al encuentro con Cristo, a descubrirse con el hijo del padre, a escucharlo en cada lectura, a mirar como se consagra, como llega a nuestro encuentro en el beso divino de la comunión. A convertirnos en custodias vivientes.

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El Amor ¿se acabó?

Una de las expresiones que escucho cuando doy terapia de pareja es: “El amor se acabó”. Cuando escucho esto me duele que la idea que tenemos del Amor sea tan limitada. De hecho, cada vez que escucho esta expresión le pido al Señor que nos perdone. Resulta triste matar el Amor, pues Dios es Amor.

Esta expresión que “el amor se acabó” significa que la presencia de Dios en su vida se acabó.

Dios es Amor

Dios es el Amor que viene a nuestro encuentro, somos su expresión de Amor encarnada en esta tierra. El Amor es nuestro origen, nuestro camino y nuestro destino. El amor es lo que en verdad podemos dar.

Dios Amor, el Padre nuestro, se encarna por medio de Jesús, el nos demuestra que el Amor viene a nuestro encuentro, nos confirma cuánto Amor nos tiene y quiere liberarnos de nuestros pecados.

Pero entonces ¿Cuál es la origen del pecado? ¿De que viene a liberarnos? Pues el pecado es la negación del Amor, la negación de la voluntad de Dios, la negación del Espíritu Santo, el Espíritu Santo es el Amor del Padre en el hijo y del hijo en todos nosotros.

El Amor nos une

El Amor es lo que nos une a Jesús, por eso en Nazaret cuando le presentaron el libro del Profeta Isaías y abriéndolo encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí consagrado por la unción, me envió a llevar la buena noticia a los pobres a anunciar la liberación de los cautivos y la vista a los ciegos. Traer la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.

Cerró el libro, lo devolvió al ayudante y se sentó en la sinagoga tenían los ojos fijos en el Entonces comenzó a decirles hoy se ha cumplido este pasaje de la escritura que acaban de oír esto es palabra del señor noticias. Según San Lucas (Lc1,1-4.4,14-21)

San Pablo (Corintios 12,12-30) considera que el Espíritu es lo que nos une. El espíritu es el Amor y ese Amor es el que hace de familia sea un sólo cuerpo que se compone de muchos miembros: esposa, esposo y los hijos. Así como uno es marido y otro es hijo son un cuerpo familiar. Por eso no es posible la separación, es como si el pie dijera a la mano que no forma parte del cuerpo, de todas maneras seguiría siendo parte de el cuerpo.

Entonces cuando una pareja, según las leyes del hombre, diría que no es parte del matrimonio seguirá siendo el cuerpo de la familia. Y si el oído dijera ya que no soy ojo no formó parte del cuerpo como cuando los padres se divorcian dejarían de ser sus padres.

Todos funcionan en la familia

Dios ha dispuesto una función a cada uno de los miembros del matrimonio en la familia. Si todos fueran un solo miembro ¿donde estaría el cuerpo? ¿el esposo o la esposa? donde estaría la familia. Hay muchos miembros pero el cuerpo es uno sólo. Hay muchos miembros, pero la familia es parte del plan que Dios que ha dispuesto los miembros del cuerpo de familia. “Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamente. Así nuestros miembros menos dignos son tratados con mayor respeto, ya que los otros no necesitan ser tratado de esa manera. Pero Dios dispuso el cuerpo, dando mayor honor a los miembros que más lo necesitan a fin de que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente solidarios“.

¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría.

Somos el Cuerpo de Cristo

Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular miembro de ese cuerpo. En la familia en primer lugar han sido establecidos por Dios como esposos, papás, hijos. ¿Acaso todos son papá? ¿acaso todos son mamá? ¿acaso todos son esposo? ¿acaso todos son esposa? ¿acaso son todos hijos? pero cuando uno tiene diferentes dones. Uno puede tener el don de curar, otro tendá el don de las lenguas, entonces la familia tiene el don de las lenguas o de interpretarlas a través de uno de sus miembros, porque en el plan de Dios somos uno y el Espíritu que el Jesús nos comparte es para consagrarlo, llevar la buena noticia especialmente a quienes viven con nosotros y tienen carencias, para anunciar la liberación a quienes están cautivos del mal en pensamientos, palabras y obras, y que los hacen mirarse separados de la familia. El Espíritu del Señor ha venido a traer la vista a los ciegos, está en nosotros para dar testimonio de que Jesús se expresa su Espíritu Santo a través de en nosotros para dar la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos…

El Amor siempre vive en nosotros

Muchas veces nosotros estamos ciegos y no miramos el Amor, pensamos que se acabó la libertad, que hemos perdido el Amor al sentirnos oprimidos unos a otros. El Señor Jesús ha venido para que compartamos su Espíritu, su Amor, para darle libertad a los oprimidos, especialmente en nuestra familia, en nuestra pareja, en nuestros hijos dentro de la bendición de la familia.

Medita en ésta expresión de Amor del Señor, que quiere mostrarse a través tuyo. Permite que su Amor se exprese, no lo ocultes tras rencores, resentimientos y temores. Haz cómo lo hizo la Santísima Virgen María en la anunciación, pregúntale ¿cómo será posible esto?

 

Juan Manuel D'Acosta L
Consejero en Misión de Amor
Terapia personal y de pareja
Cel/Whatsap +52 (1) 734 1295 201

¡Se libre en verdad! mírate amando

La libertad es usar la capacidad de decidir por un bien superior y el bien superior es el Amor, es amar.

En la libertad se vive el gozo, la paz, el autocontrol, la fidelidad, la amabilidad, la paciencia  del Espíritu del Amor. Tú eres una expresión del Amor del Señor, del Espíritu Santo, eres espíritu del Amor, Amor encarnado. Amar es lo que en verdad puedes dar, pues eres Amor. Sigue leyendo «¡Se libre en verdad! mírate amando»