La misericordia es la justicia del Amor

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La ley de los hombres busca proteger a las víctimas y castigar al culpable. En la justicia del Amor, se busca la libertad que fue entregada a cada ser humano y la libertad es la responsabilidad de decidir por un bien superior. ¿Cuál bien es mayor que el amor? ¿Cuál gozo mayor que ejercerlo amando a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos?. 

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La ley del hombre se interpreta en los tribunales, la Ley de Dios, la del Amor, se vive en la conciencia. Hay de nosotros si ante los ojos de los hombres nos convertimos en víctimas o esclavo del hermano o lo hacemos con nuestro hermano, para obtener ventaja de la ley. Pues nos echaremos el yugo del temor y la justificación.

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Oración para la reconciliación de pareja

Padre Nuestro ante ti somos quienes somos, pues has sido fiel a nosotros en lo próspero y en lo adverso, en la salud y la enfermedad, y nos has amado y respetado. Conoces nuestro pensamiento y sentimientos anidados hasta en lo más profundo de nuestro corazón. Nos amas hasta el extremo de dar la vida por nosotros.

Padre Nuestro creador del cielo y la tierra, de lo visible y lo invisible Todo lo sabes y todo es tuyo y sin embargo esperas pacientemente y con misericordia que te abramos la puerta para ayudarnos a poner en orden nuestra conciencia y retomar el rumbo del amor.

Padre Nuestro en Cristo, quiero reconciliarme contigo antes que a nadie: Te pido me perdones por no ponerte en primer lugar, amándote sobre todas las cosas. Tú eres el amor, origen, camino y destino de nuestra vida. Perdóname por olvidar amar. Perdóname por juzgar el bien y el mal y condenar y condenarme en mis juicios y justificaciones. Y hacerme esclavo de mis propias razones, como si todo lo supiera, como si conociera lo visible y lo invisible. Como si mi nombre fuera santificado. Perdóname por preferir el mundo al paraíso de tu amor. Perdóname por no cerrar mi puerta aunque fueran 10 minutos al día, para dialogar contigo.

Padre Nuestro clamo a tu Espíritu Santo, dame tu perdón para mirarme con el amor que me creaste y perdonarme por aquellos juicios que profería, por aquello que maldecía, por aquello que dejé de bendecir, por esa palabra que oculte, por esa ternura que detuve, por esa piedad que escondí, por esa soberbia y vanidad con que cubría la luz de tu amor en mí y en mi prójimo. Perdóname pues quiero perdonarme y transformar mis debilidades, mis defectos, mis ofensas, mis juicios en una bendición. Quiero bendecirme y bendecir a mi prójimo.

Padre Nuestro, Dios trino y uno, dame tu perdón para pedirle el perdón a mi prójimo, a mi pareja, pues también es tu amor mi prójimo. Ayúdame a perdonarle cualquier ofensa, de palabra, obra o de omisión. A quitar mis juicios, sentencias y castigos que le he impuesto y que me han esclavizado, nos han esclavizado y hemos perdido la libertad donde decidimos por el amor y así nos responsabilizamos de nuestros errores y aciertos. Ayúdame a descubrir el amor junto con mi pareja, para que reconciliados tú y nosotros limpiemos maleza, cochambre, tizne, resentimientos y rencores y caminemos en tu amor, hasta el fin de los tiempos.

En nombre de Jesucristo con tu Espíritu Santo te pido Padre Nuestro por esta reconciliación y ruego a Santa María Virgen, a los ángeles y a los Santos que intercedan por nosotros ante Dios nuestro Señor.

AMEN

ORACIÓN BREVE

Oh Jesús, a través de tu compasión, enséñanos a perdonar desde el amor, enséñanos a olvidar desde la humildad.

Ayúdanos a examinar nuestro corazón y a ver si hay alguna herida no perdonada, o alguna amargura sin olvido.

Permite que el Espíritu Santo penetre en mi espíritu y remueva todo rastro de enojo.

Derrama tu amor, paz y alegría en nuestros corazones, en proporción a nuestro vacío de propia complacencia, vanidad, ira y ambición .

Ayúdanos a cargar con ánimo la Cruz de Cristo.

Amén

Responsable de la publicación:
Juan Manuel D’Acosta López
Consejero Terapeuta en Misión de Amor

Rosario para la reconciliación de la pareja

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Rosario para la reconciliación de la Pareja en Libro Electrónico y ADEMAS el MP3

Libro digital en PDF con el modo completo de rezar el rosario.
50 meditaciones enfocadas a la reconciliación de pareja.

Ayuda en nombre de Jesucristo

Señor tuyo soy concédeme reconocer tu gloria en el Padre. Tú que tienes autoridad sobre todo ser humano danos la vida eterna. Quiero la vida eterna: conocer al Padre, el único Dios verdadero, en Ti mi Señor Jesucristo. Señor Jesús has terminado la voluntad del Padre en la tierra. Eres glorificado, junto al Padre desde antes que el mundo existiera. Nos has dado el nombre del Padre, porque somos suyos pues somos de ti mi Señor Jesús al guardar tu palabra. Porque todo lo tuyo viene del Padre; nos has dado sus palabras y las recibimos, y las entendemos, pues en verdad vienes del Padre y creemos que te envió. Sigue leyendo «Ayuda en nombre de Jesucristo»

Señor tuyo soy concédeme reconocer tu gloria en el Padre. Tú que tienes autoridad sobre todo ser humano danos la vida eterna. Quiero la vida eterna: conocer al Padre, el único Dios verdadero, en Ti mi Señor Jesucristo. Señor Jesús has terminado la voluntad del Padre en la tierra. Eres glorificado, junto al Padre desde antes que el mundo existiera. Nos has dado el nombre del Padre, porque somos suyos pues somos de ti mi Señor Jesús al guardar tu palabra. Porque todo lo tuyo viene del Padre; nos has dado sus palabras y las recibimos, y las entendemos, pues en verdad vienes del Padre y creemos que te envió. Sigue leyendo «Ayuda en nombre de Jesucristo»

Orando con la Santísima Virgen María de la Medalla Milagrosa

Ofrecimiento

Quiero hablar contigo Madre mía y entregarte flores de Amor, flores en nombre de Jesucristo tu hijo, para que se unan a tus ruegos por nosotros Santísima Madre mía del cielo: Hija de Dios Padre, Esposa de Dios Espíritu Santo, Madre de Dios Hijo.

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Madre Mía en mi correr me preguntas:

¿Cómo te encuentras esta mañana? ¿Te sientes bien?»

Me detengo a confiarte mis debilidades, mis penas y mis errores que me atormentan

(PAUSA, MEDITA… busca en tu corazón aquello que estorba al gozo del amor, la paz y el perdón)

Madre Mía tu me dices:

«Pon esto en tu corazón, mi pequeñ@ hij@: no temas. ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿No te encuentras bajo mi sombra, a mi cobijo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás tú en el pliegue de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Necesitas algo más?»

(PAUSA, DIALOGA EN ORACION… háblale con la confianza de que es tu Madre del Cielo)

Entrega tus flores de Amor

Toma mis flores y bendícelas con tus manos para dar a mis hermanos el Amor de nuestro Señor Jesucristo a mis hermanos en estas flores de Amor:

Hoy cerraré mis ojos pensando en Dios.
Hoy abrasaré entregándote mis brazos al abrazar al otro
Hoy rezaré un Padre Nuestro, Ave María y Gloria por las Benditas Ánimas del Purgatorio
Santísima Virgen María de la Medalla Milagrosa

Oración a la Santísima Virgen María de la Medalla Milagrosa

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena nuestras más apremiantes necesidades … (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria:
Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Oración conclusiva

Te entrego Madre Mía el Ave María de San Juan Pablo II

¡Dios te salve, María!

Te saludamos con el Angel: Llena de gracia.

El Señor está contigo.

Te saludamos con Isabel: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¡Feliz porque has creído a las promesas divinas!

Te saludamos con las palabras del Evangelio:

Feliz porque has escuchado la Palabra de Dios y la has cumplido.

¡Tú eres la llena de gracia!

Te alabamos, Hija predilecta del Padre.

Te bendecimos, Madre del Verbo divino.

Te veneramos, Sagrario del Espíritu Santo.

Te invocamos; Madre y Modelo de toda la Iglesia.

Te contemplamos, imagen realizada de las esperanzas de toda la humanidad.

¡El Señor está contigo!

Tú eres la Virgen de la Anunciación, el Sí de la humanidad entera al misterio de la salvación.

Tú eres la Hija de Sión y el Arca de la nueva Alianza en el misterio de la visitación.

Tú eres la Madre de Jesús, nacido en Belén, la que lo mostraste a los sencillos pastores y a los sabios de Oriente.

Tú eres la Madre que ofrece a su Hijo en el templo, lo acompaña hasta Egipto, lo conduce a Nazaret.

Virgen de los caminos de Jesús, de la vida oculta y del milagro de Caná.

Madre Dolorosa del Calvario y Virgen gozosa de la Resurrección.

Tú eres la Madre de los discípulos de Jesús en la espera y en el gozo de Pentecostés.

Bendita…

porque creíste en la Palabra del Señor,

porque esperaste en sus promesas,

porque fuiste perfecta en el amor.

Bendita por tu caridad premurosa con Isabel,

por tu bondad materna en Belén,

por tu fortaleza en la persecución,

por tu perseverancia en la búsqueda de Jesús en el templo,

por tu vida sencilla en Nazaret,

por tu intercesión en Cana,

por tu presencia maternal junto a la cruz,

por tu fidelidad en la espera de la resurrección,

por tu oración asidua en Pentecostés.

Bendita eres por la gloria de tu Asunción a los cielos,

por tu maternal protección sobre la Iglesia,

por tu constante intercesión por toda la humanidad.

¡Santa María, Madre de Dios!

Queremos consagrarnos a ti.

Porque eres Madre de Dios y Madre nuestra.

Porque tu Hijo Jesús nos confió a ti.

Porque has querido ser Madre de la Iglesia.

Nos consagramos a ti:

Los obispos, que a imitación del Buen Pastor

velan por el pueblo que les ha sido encomendado.

Los sacerdotes, que han sido ungidos por el Espíritu.

Los religiosos y religiosas, que ofrendan su vida

por el Reino de Cristo.

Los seminaristas, que han acogido la llamada del Señor.

Los esposos cristianos en la unidad e indisolubilidad de su amor con sus familias.

Los seglares comprometidos en el apostolado.

Los jóvenes que anhelan una sociedad nueva.

Los niños que merecen un mundo más pacífico y humano.

Los enfermos, los pobres, los encarcelados,

los perseguidos, los huérfanos, los desesperados,

los moribundos.

¡Ruega por nosotros pecadores!

Madre de la Iglesia, bajo tu patrocinio nos acogemos y a tu inspiración nos encomendamos.

Te pedimos por la Iglesia, para que sea fiel en la pureza de la fe, en la firmeza de la esperanza, en el fuego de la caridad, en la disponibilidad apostólica y misionera, en el compromiso por promover la justicia y la paz entre los hijos de esta tierra bendita.

Te suplicamos que toda la Iglesia se mantenga siempre en perfecta comunión de fe y de amor, unida a la Sede de Pedro con estrechos vínculos de obediencia y de caridad.

Te encomendamos la fecundidad de la nueva evangelización, la fidelidad en el amor de preferencia por los pobres y la formación cristiana de los jóvenes, el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, la generosidad de los que se consagran a la misión, la unidad y la santidad de todas las familias.

¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!

¡Virgen, Madre nuestra! Ruega por nosotros ahora. Concédenos el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos.

Que cese la violencia y la guerrilla.

Que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure una convivencia pacífica.

Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad. Te lo pedimos a ti, a quien invocamos como Reina de la Paz.

¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!

Te encomendamos a todas las víctimas de la injusticia y de la violencia, a todos los que han muerto en las catástrofes naturales, a todos los que en la hora de la muerte acuden a ti como Madre.

Sé para todos nosotros Puerta del cielo, vida, dulzura y esperanza, para que, juntos, podamos contigo glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

¡Amén!

¿Cómo tener Paciencia?

Quien tiene paciencia, sabe que al final del esfuerzo encontrará lo que busca. Ten paciencia, confía que el Espíritu Santo te mostrará el resultado de tu inquietud y te dará la paciencia, perdón y amor que tu espíritu alcanza en la humildad … “Levántate, toma tu camilla y anda». Alma mía, de pronto parece que la obscuridad se apodera de tu vida, te descubres paralizada y aprisionada, reconoces la desolación y aquel camino de libertad que antes creías entender en tu paso por la tierra parece un recuerdo lleno de melancolía. Tal vez busques culpables y te reproches a ti misma tus errores y debilidades; tratando de justificar el desierto que vives. Pero en el fondo de tu corazón reconoces la presencia del amor que clama por expresarse y liberarte de tu prisión. Tu amor parece escondido en una prisión

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Siete Saludos a la Santa Madre del Amor

Dios todo poderoso, permite que entregue mi vida y necesidades en manos de tu Santísima Madre. Especialmente te pido…. (decir la petición) en el Nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo.
Amen.

Padre Nuestro que estás en el cielo….

  1. Dios te Salve, santa Madre de Dios, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús… Santa María, tú que has encontrado la gracia ante los ojos de nuestro Señor, que has entregado tu vida al amor, que has encarnado al amor sin temor a cualquier dolor.  Ruega para que encuentre mi vocación y la sostenga en el amor, Para a enfrentar mis dudas poniendo el Amor de Dios como guía y sostén, como origen y destino de mi vida.
    Amén
  2. Dios te salve, Santa Madre del Amor, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús… Santa María, tú que diste la paz a Jesús lo mismo en el pesebre, en el viaje a Egipto que en la cruz. Mírame con compasión y acerca mi vista a la tuya para que descubra la paz en el pecado, la fortaleza en la tentación, el camino hacia Jesús.
    Amén
  3. Dios te salve María de Guadalupe, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús… Santa María, tú que en tus manos acunaste al indefenso y recibiste al crucificado, guía mis manos a la caridad y con manos abiertas reciba mi vida para acunarla en el amor de mi corazón.
    Amén
  4. Dios te Salve María de Sagrado corazón, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús… Santa María, tú que peregrinaste desde la concepción hasta el sepulcro, enséñame el paso que se sostiene en el amor y que no pierde el rumbo del cielo, pues mis pensamientos me confunden y mis sentimientos parecen vagar sin sentido.
    Amén
  5. Dios te Salve María del Perpetuo Socorro, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús… Santa María, tú , que recibiste la voluntad del Padre desde el anuncio hasta tu asunción, ayúdame a encontrar la voluntad del padre en mis penas, sobre todo en esta situación que me aleja del amor, del camino, la verdad y la vida.
    Amén
  6. Dios te salve María Señora de Lourdes, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús… Santa María, Madre del hijo crucificado, tómame en el cruce de tus brazos hasta llegar a los brazos de Jesús presente en la eucaristía. Abrázame para llegar a la confesión profunda de mis culpas y el propósito de enmienda. Abrázame para recibirlo dignamente y velar siempre, como tú lo haces, por el dolor de mi prójimo.
    Amén
  7. Dios te salve María, de inmaculada concepción, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús… Santa María, madre nuestra desde la crucificción, ruega por para darle la bienvenida a cualquier hijo tuyo desde que vive en el vientre de su madre. Bendecir en nombre de Jesús, a quien nace con diferencias. Entregar la misericordia del Señor entre quienes sufren. Ruega para que sean gratas flores y frutos de Amor a Jesús para el perdón de nuestros pecados ahora y en la hora de nuestra muerte.
    Amén

Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo…

Gracias Señor, Gracias Madre Nuestra, en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.
Amen

Ave maría Purísima… SIn pecado concebida

Ejercicio Espiritual: Señor ¡dame una respuesta!

Ejercicio Espiritual

¿Quieres una respuesta de Verdad?

Te tengo una buena noticia: El Señor te bendice. Y me gustaría que te sintieras bendecido y te acunes en sus brazos y te sientas hijo amado y te mires en su amor infinito.

Me gustaría que sintieras el gozo que por ti vale la pena dar hasta la última gota de sangre y por ti vale la pena realizar el milagro más grande de la humanidad: Encarnarse una y otra vez para entregarte su divinidad para divinizar tu humanidad.

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Oración por el Amor de cada día.

Señor, mi Dios, gracias por el regalo de tu Amor de este día. Recibo tu palabra que es el Amor.

Hoy me entregas la semilla del Amor, como cada día. Ayúdame a escuché tu presencia. Ayúdame a dejar de ignorarte. Tú me estás hablando en cada día, en cada instante, en cada circunstancia, en mi prójimo y en mí. Sigue leyendo «Oración por el Amor de cada día.»

Entrega flores de amor

Objetivo del curso en tu hogar “crea en el amor” día 4

Reflexión:

Transforma el mundo cubriéndolo de flores amor. Siembra y cultiva una o varias flores de amor al día. Cada día lleva flores de amor al altar. Flores espirituales que confirman la bendición y que te permitirán crear en el amor.

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