Una sola comida fuerte al día, sólo agua, eso es ayuno.
Más que un sacrificio el ayuno y la abstinencia son una ofrenda de amor y gratitud al Señor. En lugar de concentrarte en comer, usa ese espacio para dialogar con el Señor. Deja de pensar en la carne y concentra tu atención en el espíritu. Sigue leyendo «Inicia tu transformación con Ayuno y Abstinencia»